Polémica
Estalla una vela con olor a vagina de Gwyneth Paltrow en una casa de Reino Unido
Explotó en mitad del cuarto de estar de su propietaria, que la encendió para pasar una tarde relajada con su marido
La noticia se viralizó al instante. Era enero del año pasado y Gwyneth Paltrow lanzaba al mercado una vela con olor a su vagina. Como para no dar la vuelta al mundo. Nadie entendió muy bien lo que pasó por su cabeza para crear y vender semejante producto. Pero triunfó. Se agotaron en seguida. A 75 dólares la unidad, la descripción detallaba: «Esto huele como mi vagina, un aroma divertido, hermoso, sexy y maravillosamente inesperado». Por suerte, luego pasaba a relatar de qué estaba compuesta y alejaba así a mentes pertubadas que extrajeran conclusiones extrañas –aunque habrían sido justamente coherentes, por otra parte–: «Está hecha con geranio, bergamota cítrica y cedro, yuxtapuestos con rosa de Damasco y semilla de Abelmosco que nos hace pensar en fantasía, seducción y un calor sofisticado».
Sofisticado no sabemos, pero calor, mucho. Llamaradas han salido de esa vela cuando ha estallado en casa de una británica que la tenía encendida en el cuarto de estar. Según «The Sun», Jody Thompson, de 50 años, ganó la vela en un sorteo y decidió encenderla para pasar una apacible tarde con su marido en casa. Pero, de repente, «la vela explotó y emitió enormes llamas, con trozos volando por todas partes», ha declarado. «Nunca había visto algo así. Todo estaba en llamas y emitió demasiado calor como para tocarla. Había un infierno en la sala», ha añadido a otro medio británico.
La reacción fue cogerla como pudieron y lanzarla fuera de la casa presas del pánico por si eso iba a más. Vagina fuera, resuelto el problema. Todo se ha quedado en una anécdota que, citando a la descripción, no ha resultado en absoluto «sexy» pero sí «inesperada». Habrá que esperar ahora a que encuentren el motivo de la explosión. Porque el misterio de lo que llevó a Paltrow a lanzar la vela terminó desvelándolo ella misma, en una entrevista a la televisión estadounidense Late Night With Seth Meyers: «Al principio era una broma. Percibí un olor agradable y dije: ‘Huele como mi vagina’. Pero todo era una broma porque estábamos drogados. Estábamos probando un té de setas alucinógenas». Y al final la broma terminó en producto real y el producto real, en una pequeña «bomba». Comercial y literal.
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