Legado
La herencia del marqués de Griñón: un legado escueto sin sitio para Esther Doña
Carlos Falcó lo tenía ya todo repartido (y atado) en vida. Su patrimonio era, a su muerte, más emotivo que real
El 20 de marzo se cumplió un año del fallecimiento del marqués de Griñón. El aristócrata era un hombre muy querido y respetado no solo en el mundo del vino, sino en su faceta de promotor del lujo. Fue uno de los fundadores del Círculo Fortuny que promovía la excelencia de productos y entidades tanto fuera como dentro de España. Fue uno de los proyectos en los que invirtió más tiempo e ilusión igual que con su bodega de Malpica del Tajo que fue siempre la joya del Corona. Su hija Tamara recibió como herencia el título nobiliario que da nombre a los vinos e implicaba la renuncia explícita de Manolo y Xandra que tenían mejor derecho por ser mayores. No hubo ningún problema y todos aceptaron esa decisión.
Xandra, que es Marquesa de Mirabel, recogió el testigo y fue nombrada por unanimidad por los vocales y socios del Círculo Fortuny presidenta de la entidad que hasta su muerte ostentaba su padre. No hubo dudas. De los cinco hijos, la primogénita fue la que más compartió vivencias con su padre y la de que de algún modo siempre ha estado encima de él. Trabajaban juntos en la bodega, viajaban por el mundo vendiendo primero los vinos y después el aceite y lo recordaba así en este primer aniversario. «Mi padre era alguien muy carismático. Recuerdo un viaje larguísimo que hicimos. El periplo era Madrid, Nueva York, San Francisco y cuando llegamos al hotel a las seis de la mañana hora de España me dice “Arréglate que nos vamos a cenar, que te voy a llevar al mejor restaurante de la ciudad’. Así era él, aprovechaba el minuto, la vida y eso nos los transmitió a sus hijos».
En 2012 el marqués de Griñón nombró a su hija Xandra, licenciada en Marketing y dirección de empresas, directora general de la empresa familiar. Seis años después, la marquesa de Mirabel en 2018 se separó profesionalmente aunque mantenía la vinculación afectiva. Tenía otros proyectos y se independizó laboralmente que no en lo emocional. En la actualidad, las bodegas forman parte de una sociedad que maneja Manolo Falcó Girod igual que otras empresas familiares de las que el varón primogénito se fue haciendo cargo. Hasta su muerte el aristócrata aparecía en varias empresas en el Registro Mercantil, aunque la más representativa llamada Marqués de Griñon Family Estates, ya no era suya.
La sociedad, que agrupaba buena parte de la actividad vinícola desarrollada por las bodegas fundadas por él, estaba administrada por dos sociedades al cincuenta por ciento: The Haciendas-Company Limited y Cotos del Valle del Pusa SL. Esta segunda empresa es propiedad al cien por cien del hijo mayor Manuel Falcó, uno de los banqueros más influyentes de la City londinense y quien estaba ya prácticamente al mando de todos los negocios de su padre. Este recibía todo el apoyo económico necesario para desarrollar su vida cotidiana, pero era el primogénito, actual marqués de Castel-Moncayo, el que se hizo responsable de que los negocios siguieran funcionando. En suma, el marqués de Griñón lo tenía ya todo repartido (y atado) en vida.
El patrimonio del marqués de Griñón era, a su muerte, más emotivo que real. Era propietario del palacete El Rincón en la localidad de Aldea del Fresno donde vivía con su cuarta mujer Esther Doña. Un lugar que la marquesa viuda abandonó, tras su fallecimiento. El elevadísimo mantenimiento fue la razón para que Doña llegara a un acuerdo con los herederos y dejara libre el escenario donde se casó en septiembre de 2017. En la actualidad el palacete está cerrado y las actividades (bodas y eventos) se cancelaron. Solo viven allí un matrimonio de caseros.
Carlos Falcó era propietario también de una parte del palacio de Mirabel en Plasencia (Extremadura) junto con su hermano Fernando, marqués de Cubas, que falleció el año pasado de cáncer. Este edificio de seis mil metros cuadrados está catalogado como uno de los monumentos más destacados de la ciudad.
En 2010 los hermanos Falcó abrieron el palacio al público y sirvió también de escenario para las bodas familiares. En la actualidad forma parte de la herencia del único hijo que Fernando Falcó tuvo con Marta Chávarri y de los hijos de Griñón. Xandra Falcó eligió este lugar para casarse con Jaime Carvajal, padre de sus tres hijos y que falleció de un infarto en el 2020. Un año lleno de tragedias para una familia que ha heredado poco patrimonio pero sí los valores de vida del que fuera marqués Griñón.
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