Cumpleaños

Los 16 años de Irene Urdangarin: su fuerte personalidad y sus desconocidos viajes a Madrid

La hija pequeña de la Infanta Cristina acaba de cumplir 16 años.

Irene Urdangarín
Irene UrdangarínJesús BrionesGtres

Pocos saben que Irene Urdangarin viajaba sola con frecuencia a Madrid para ver a su padre, que entonces estaba en la prisión de Brieva en Ávila. Se alojaba en Zarzuela y la mayoría de las veces lo hacía al abrigo de su abuela, la Reina Sofía con la que está muy unida. La relación con su prima, la Princesa Leonor es distante, a pesar de que solo se llevan cuatro meses. Irene ha venido con frecuencia a la capital, cuando todo el mundo la hacía en Ginebra, siempre ha sido muy discreta y si ha quedado con alguna amiga, lo ha hecho en Zarzuela. En el mismo recinto que la Familia Real, pero manteniendo la distancia con sus primos y tíos. Irene poco a poco va encontrando amigas con las que relacionarse en Madrid. El punto de unión es que estas han pasado por Suiza, como ella. Que su padre haya salido de Brieva hace que los viajes a Madrid se hayan reducido drásticamente. Doña Sofía viaja mucho a Suiza, donde vive con su madre, y el punto de unión para verse con la tía Elena es ahora Vitoria.

Irene cumple 16 años y va afianzando cada vez más su personalidad. Sus padres la protegen con ahínco y ha vivido en casa desde muy niña la otra cara de la moneda. Ha visto numerosas veces a su abuelo en Ginebra, cuando la prensa afirmaba que Don Juan Carlos había puesto distancia con Iñaki Urdangarin. Desde muy niña sabe que la realidad puede ser poliédrica. Con las hijas de Felipe VI y la reina Letizia la relación es correcta, pero no son íntimas. Demasiadas cosas les separan. Mientras Leonor y Sofía tienen que asumir sus retos como futura reina, una, e infanta, la otra, Irene vive una adolescencia en la que la vida de su padre, en la cárcel desde hace casi tres años, pesa como una losa. Es por eso que en tiene muy medido algo que hacen otras chicas de su edad con normalidad, como es tener alguna red social. Todos sus perfiles son privados y no arrojan nada de información sobre su vida privada.

La Infanta Cristina con sus hijos Irene y Miguel Urdangarin
La Infanta Cristina con sus hijos Irene y Miguel UrdangarinJesus BrionesGTRES

A Irene le gusta mucho viajar, ya que desde niña se ha encontrado con que su familia estaba errante. Desde que su padre ha abandonado la prisión de Brieva la frecuencia de sus visitas a Madrid se ha reducido drásticamente. Ahora lo hace más a Barcelona, donde reside su hermano Pablo, que sueña con jugar en el equipo de balonmano del Barça, mientras estudia en una escuela de negocios, la European University. Como su padre, a quien nadie retrata ya en Vitoria, el joven ha logrado hacer una vida normal. Y esa vida tranquila fuera de foco hace que Irene se sienta segura y libre de poder visitar a su hermano sin tener que sortear paparazzis. Irene también tiene en la ciudad condal a su prima Ana Gui Urdangarin, con la que tiene mucha sintonía. Es en la casa de Pedralbes de esta familia donde se suele alojar cuando viaja a Barcelona, algo que no hacen sus padres que se suelen alojar en localidades periféricas a Barcelona para quitar presión mediática al hogar de la hermana de Iñaki Urdangarin.

Irene cumple 16 años mientras cursa sus estudios en la prestigiosa ‘Escuela Internacional de Ginebra’, donde es una estudiante aplicada, algo que es la norma del clan Urdagarin Borbón. Ella es la única que vive aún con la infanta Cristina. Tiene un fuerte lazo con la parte griega de la familia, de hecho la infanta le puso ese nombre a su hija por lo unida que está a Irene de Grecia, la hermana de su madre, con la que vivió desde niña. Tal y como anunció en exclusiva la revista ¡Hola!, ella y su madre acudieron el pasado diciembre a la boda del príncipe Phillippos de Grecia y Nina Flohr. Él es hijo de los reyes Constantino y Ana María, y por lo tanto sobrino de la reina Sofía, mientras que ella es hija del dueño de la compañía aérea VistaJet. Fue en el hotel Badrutt’s Palace de la St. Moritz, la cuna de las vacaciones alpinas en Suiza. Irene encara sus 16 años con personalidad propia, separada de sus primas más mediáticas y con una cosa bien clara: no quiere dar que hablar.