Carnal y espiritual

El verdadero amor de Tamara Falcó mide 38 centímetros y acompaña a muchos famosos

La diseñadora ha compartido en su Instagram una imagen de la Virgen de la Alegría que tiene en su cuarto y la «protege»

Tamara Falco on the set tv show "Desafio" in Madrid
Tamara Falco on the set tv show "Desafio" in MadridGENGTRES

Para aquellos que llevan tiempo siguiendo de cerca a Tamara Falcó, su devoción con tintes «instagrameables», de la que presume en redes sociales (un terreno en el que los «influencers» rara vez exponen su fe), no resulta en absoluto una novedad. La diseñadora acaba de compartir en su perfil de Instagram una imagen de La Virgen de la Alegría, una figura de polvo de alabastro de 38 centímetros de alto que está también presente en las tiendas de una de sus mejores amigas, Casilda Finat, la aristócrata joyera fetiche de las celebridades más exquisitas, y en el hogar de diversos rostros conocidos. «Mi amiga Clara me la regaló. La tengo en mi cuarto y es la primera imagen que veo cada mañana. La tengo bendecida y creo que me protege», explica Tamara Falcó.

¿Quién es Clara la artífice de que la Vírgen de la Alegría se haya colado en los hogares de los Vips más devotos? Clara López es abogada matrimonialista y encontró de casualidad a la virgen en cuestión en un anticuario durante un viaje a Roma. Ya de vuelta en Sevilla, la gente le pidió que fomentara la devoción y así lo hizo. Pronto se daría cuenta de que en realidad, fue la virgen la que la encontró a ella. Cuando Tamara Falcó dio un testimonio en una universidad privada, Clara se acercó a ella para pedirle su correo. En un email, le explicó que le gustaría regalarle una Virgen, y la hija de Isabel Preylser no lo dudó dos veces: le puso un WhatsApp. Tres meses después, se trasladó a casa de la abogada para pasar con ella un fin de semana.

«Como buena cristiana y católica que es, al conocer mi historia quiso ejercer de portavoz para seguir difundiendo a la Virgen», explica López. «Tamara ya me hizo publicidad en su momento, y sigue haciéndolo ahora, para mi sorpresa. Por supuesto, el que lo haga encierra una gran trascendencia, y me encanta que anuncie productos de alta gama en sus redes sin olvidarse nunca de la importancia de estar cerca del Señor y de la Virgen, que ha creado un gran vínculo con ella. Aunque para mí la mejor influencer es la Virgen, Tamara Falcó ha encontrado en ella un apoyo para crecer en la fe y para sentirse querida. Me consta que ella se siente super querida por Dios», explica Clara.

Brújula vital

La Virgen de la Alegría, que se ha convertido en la brújula de personalidades como el torero Juan José Padilla, juega un papel esencial en la vida de Tamara, que asegura no sentirse jamás sola gracias a ella. Disfruta de un sinigual éxito televisivo, donde su simpatía y naturalidad han hecho de ella uno de los rostros más queridos del panorama, y desarrolla su pasión por la moda con su propia marca, TFP, de la que tanto ella como Isabel Preysler se han convertido en sus mejores embajadoras. Por más que las malas lenguas quieran ponerle la zancadilla a su felicidad, Tamara se niega a escuchar los rumores y presume de su amor con Íñigo Onieva en sus redes, ajena a los malintencionados comentarios.

La responsable de la «experiencia religiosa» de Tamara Falcó es, como ha ella mismo ha reconocido, su abuela, Beatriz Arrastia. «Tenía esa fe y ese amor inquebrantables que conservó incluso cuando se mudó a España, cuando en casa nadie iba a misa y nos metíamos bastante con ella. De hecho, yo recuerdo cuando en Navidades nos regalaba una misa. Yo, en ese momento, no sabía la importancia de la misa», explicaba Tamara, que cree que «gracias a sus oraciones y perseverancia», es la mujer que hoy es, esa que en un mundo virtual en el que parecen importar más los bolsos de marca y los filtros que la fe, muestra con orgullo su devoción y se ha convertido en la mejor embajadora de la Virgen de la Alegría. Esta figura puede adquirirse por encargo o en la página de Instagram @lavirgendelaalegria. Clara López no busca beneficios económicos, sino la difusión de la fe. «Se hace todo por encargo, porque la finalidad es el contacto con las personas: el apostolado que quiero hacer es de forma directa. Quiero que la gente se acerque más a la Virgen, no es una cuestión económica. No pretendo hacer caja en la tierra, sino hacer caja en el cielo, con el Señor», concluye la abogada.