Radiante y feliz
Alberto de Mónaco, en Mallorca: “Charlène está mucho mejor”.
El príncipe monegasco, que fue el invitado de honor en la inauguración del Mallorca Country Club, en Santa Ponsa, se mostró muy relajado con los medios, a los que confesó su pasión por el tenis.
Faltaban apenas unos minutos para que dieran las ocho y media de la tarde de este viernes cuando Alberto de Mónaco posaba en el photocall. Y no lo hacía de manera rápida ni con desgana, sino con mucha simpatía y saber estar; se notaba que se encontraba como en casa pues le acompañaba un gran amigo, el empresario alemán Edwin Weindorfer, propietario, entre otros, de Emotion Club, y que ayer extendía la alfombra roja de uno de sus grandes proyectos en la isla, el Mallorca Country Club, en Santa Ponsa, y que se ha convertido ya en un referente entre algunos de los tenistas y deportistas más importantes a nivel nacional.
Hablando algo de español, el príncipe monegasco saludó con un hola a los medios a los que dijo estar muy contento en una isla “en la que por lo menos he estado tres veces, una de ella siendo un niño, cuando tú no habías ni nacido”, le dijo a esta redactora de ‘La Razón’. Y es que, con solo 3 años, el hijo de Rainiero ya correteaba por los campos de golf de esta isla.
Llegó el turno de las preguntas más delicadas, sobre el estado de salud de su mujer Charlène, y no las rehuyó. “¿Cómo se encuentra la princesa?”, fue la pregunta. “Lo cierto es que mucho mejor”, aseguró con una gran sonrisa. “Y los niños también”, agregó.
Sin negarse a hacerse fotos con todos los invitados que se lo pidieron, entre ellos el tenista Carlos Moyá, que estuvo acompañado por su mujer, Carolina Cerezuela, Alberto de Mónaco, que había aterrizado en la base aérea de Son San Joan, de Palma, en torno a las dos de la tarde en su avión privado, y que tras ser escoltado por la policía nacional hasta el club donde directamente se puso a jugar al pádel,-”soy un gran aficionado a este deporte y también al tenis”- confesaba como tristeza que solo se quedaría un día en las Baleares.
Quien no quiso pasar por el photocall buscando un perfil más bajo, fue Corinna Schumacher. La mujer del piloto de Fórmula 1, Michael Schumacher, acudió a la velada en compañía de unas amigas con las que se mantuvo siempre en un discreto plano. El estado de salud de su esposo sigue siendo todo un misterio, a pesar de que los rumores insisten en que se encuentra consciente pero sin poder comunicarse. Cabe recordar que el piloto y su familia viven en la zona del Puerto de Andratx, en una villa exclusiva, ajenos a las miradas indiscretas.
Además de Corinna y de los nombrados Carlos Moya y Carolina Cerezuela, también se sumaron a la fiesta el cantante y amigo del rey Felipe Jaime Anglada, que tenía previsto actuar junto a Cerezuela durante la noche, y la tenista Anabel Medina, entre otros. La cena estuvo servida por la Estrella Michelin, Maca De Castro.
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