'Anonimato'

La nueva vida de Nuria Bermúdez lejos del ‘huracán Antonio David’ y fuera de la televisión

Desde hace años, la protagonista se encuentra totalmente alejada de los focos y volcada en el cuidado de su hijo, al que quiere y adora por encima de todo.

El antes y después de Nuria Bermúdez
El antes y después de Nuria BermúdezInstagram

A finales de la década de los 90, una joven Nuria Bermúdez se colaba en las pantallas de todos los españoles como protagonista de algunos de los culebrones más recordados de la época. Su salto a la fama llegó al relacionarla con un casi recién divorciado Antonio David Flores en el año 2000. A raíz de este affaire, la protagonista consiguió hacerse un hueco como colaboradora en el exitoso programa Crónicas Marcianas, aunque cabe destacar que su presencia en diferentes platós de televisión se extendió en el tiempo, tanto de colaboradora como de invitada.

Nuria Bermúdez en una imagen de archivo
Nuria Bermúdez en una imagen de archivoUAJGTRES

Su nombre se vio relacionado con el de futbolistas como David Beckham, Roberto Carlos o Cristiano Ronaldo. Nuria hizo oídos sordos a las críticas y las habladurías públicas, y un tiempo después salía a la luz su relación con el futbolista de su vida: Dani Güiza, quien le regaló al verdadero amor de su vida en 2007: su hijo Dani, quien se ha convertido en todo un adolescente por el que su madre siente una gran debilidad.

El por entonces matrimonio se enfrentó a un duro varapalo tan solo una semana después de que Güiza anunciase la noticia del segundo embarazo de la pareja, en este caso de mellizos. La noche anterior a la final de la Eurocopa del 2008, Nuria perdió al que iba a ser su segundo hijo en común mientras se encontraba en Viena (Austria), y dos días después perdía al otro bebé en Madrid. Una trágica noticia a la que la protagonista logró sobreponerse, aunque no fue nada fácil para ella.

Dani Güiza, en una foto antigua junto a Nuria Bermúdez
Dani Güiza, en una foto antigua junto a Nuria BermúdezGtres

Bermúdez, convertida en toda una madraza, y quien ya se había formado en 2006 como Agente FIFA, se convirtió en la representante de su marido. Tal fue su éxito que fue la primera mujer que negoció el fichaje del futbolista con uno de los clubs turcos más reconocidos: el Fenerbahçe. Incluso el por entonces entrenador del mismo, Bernad Schuster, confesó que ella había sido clave tanto en su carrera como en su crecimiento personal.

Pero más tarde que pronto, la ruptura entre la mediática pareja se convertiría en toda una realidad. Una separación conflictiva que acabó en los tribunales por el hijo que les une. Fue justo a partir de ese momento, y después de trabajar en el programa ‘Dónde estás corazón’, cuando Nuria Bermúdez dio un golpe de la mesa y desapareció por completo del panorama mediático para centrarse en su hijo y en su casa. Además, logró hacerse con el título de Director Deportivo, aunque desde hace un tiempo ha mostrado una gran habilidad vendiendo Thermomix a través de las redes sociales, y lo mismo te vende una de estas maravillas del mundo de la cocina, que un tratamiento, que te ofrece los mejores entrenamientos para jóvenes promesas del fútbol.

Cabe destacar, además, su faceta como influencer en redes sociales. En Instagram se muestra siempre muy activa y cuenta con más de 45.000 seguidores que siguen sus contenidos y que son testigos de sus colaboraciones con diferentes marcas. En sus post se aprecia la importancia que esta le da da al cuidado personal, tanto por fuera como por dentro. Es por eso que no duda en compartir públicamente sus visitas a diferentes centros estéticos, donde se realiza diferentes tratamientos como retoques, depilación láser o cuidados dentales.

Así se puede apreciar en la siguiente imagen, donde Nuria se pone en las mejores manos para solucionar las pequeñas imperfecciones bucales en una conocida clínica dental de Madrid, a la que acuden cada día rostros conocidos del universo Telecinco, la Clínica Cires Dental. El dentista de moda del que todo el mundo sale, valga la redundancia, con la mejor de sus sonrisas.

Poco o nada queda ya de la Nuria Bermúdez que conocimos a finales de los 90. Quedan los recuerdos y aprendizajes de una joven inexperta que no reniega de su pasado y que mira al futuro con la cabeza alta y con la ilusión de que su hijo adolescente logre todos sus sueños. Eso es lo que verdaderamente le hace feliz.