Vacaciones
Por qué este es el verano de Pilar Alegría
Si hay un lugar al que Pilar Alegría puede llamar y colarse de rondón, sin esperar a que le abran la puerta, es La Zaida, su pueblo natal. Esta pequeña localidad maña ha querido que este año fuese ella la pregonera de las fiestas patronales de San Roque, celebradas esta misma semana. La ministra, y ahora también portavoz del PSOE, habló desde el balcón consistorial y encontró un público entregado, aunque discreto, como es de esperar en un municipio de 430 habitantes. Y por el modo de jalear sus palabras, se puede decir que ha echado a perder el viejo adagio de que nadie es profeta ni donde nace ni donde pace.
Con el orgullo terco y pasional que caracteriza a la gente de esta región, donde los niños son zagales y lo bueno se hace terminar en “ico” o “ica”, la ministra –”Pili, la de los Alegría”, para los vecinos- estampó su amor a los orígenes en la espalda de su camiseta: “Yo no elegí ser zaidano. Simplemente tuve suerte”. Sustituyendo zaidano por español, es, por cierto, la leyenda que más se repite en la franja gualda de la bandera nacional cada 12 de Octubre, el Día de la Hispanidad.
La doble condición de político y pregonero no suele ser fácil y en más de un barrio el agasajado ha tenido que salir espantado entre abucheos, caceroladas y pitidos. No ha sido el caso en este municipio zaragozano de la Ribera Baja del Ebro, socialista por convicción y tradición, donde el pistoletazo de salida a los festejos de su paisana ha sido muy del gusto de la audiencia. También a ella le ha dejado un sabor de larga duración. Ser pregonera de La Zaida “es el acto más emotivo” desde que está en política, según ha dicho. En su discurso resaltó el respeto y el amor a las raíces. Echó la vista atrás a unos días vitales en su biografía y evocó su tiempo de juventud, su “ilusión desde una semana antes, cuando se colocaban las banderas en las farolas”.
Se la vio cómoda, lo que significa lo quietas que están sus raíces por mucho que tiemblen las ramas o se revuelvan las aguas. No ha pasado por alto que se avecinan “tiempos complicados que exigirán grandes esfuerzos”, pero reconoce las fiestas como parte de la vida. “Son nuestra forma de sentirnos orgullosos de quiénes somos, de dónde venimos y de la comunidad a la que pertenecemos. Y una forma insuperable de estrechar los lazos de afecto y solidaridad con nuestros vecinos y amigos. Nos hacen mejores y nos dan fuerzas para seguir con el día a día”, proclamó. También en Madrid la nueva portavoz socialista se ha habituado a las tradiciones castizas, como el Rastro, los torreznos y los bocadillos de calamares.
Alegría nació en La Zaida en 1977. Ahí se crio y ahí están sus recuerdos, su familia y su gente. Es la menor de tres hermanos. Su madre sacaba algún dinerillo vendiendo chucherías y vino a granel en su vivienda y el padre, ya fallecido, compaginaba su empleo en una empresa de carbón con las tareas de labranza en las tierras familiares. Antes de entrar en política, ella aportó trabajando como camarera y sexadora de pollos.
En su pregón hizo una mención especial a las charangas y las peñas, “el verdadero alma” de los festejos. Hubo añoranza para todos. Desde las sangrías de La Solera y La Maleta a las “maravillosas recetas de cortezas y banderillas del Rabo Loco”. Especialmente emotivo fue el recuerdo de los “memorables huevos fritos de la Mercantil” que servía su padre, delantal en ristre, junto a su tía Aurora. Por supuesto, no olvidó la peña que le hace ser reconocida entre su gente como la “peñista mayor”, La Chapuza. Recibió su bautismo durante las obras de acondicionamiento del local, cuando se derramó toda la pintura.
Sus vecinos, aún sorprendidos por cómo va creciendo su perfil político, la describen risueña y trabajadora. No falta quien resalta su parecido con la actriz Geena Davis, una de las forajidas de la mítica película ‘Thelma y Louise’. Es evidente que la timidez de la ministra, que se declara adicta a la sonrisa de su hijo, de ocho años, y al escritor Stefan Zweig, frena en seco cualquier impulso de divismo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar