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Alessandra de Osma, la rockefeller de Perú

A La esposa de Christian de Hannover le apasiona el arte: ha trabajado en Sotheby's y con Mario Testino y su familia tiene un museo de arte virreinal que ha prestado un cuadro al Prado

La moda y el arte son dos de las pasiones de Alessandra de Osma, en la imagen, con un elegante vestido de Delpozo
La moda y el arte son dos de las pasiones de Alessandra de Osma, en la imagen, con un elegante vestido de Delpozolarazon

Así como el MoMA de Nueva York fue construido en el terreno donde una vez vivió Abby Aldrich Rockefeller, una de sus fundadoras, el Museo Pedro de Osma de Lima nació también en un hogar, el de Pedro de Osma Gildemeister, quien durante su vida coleccionó tantas piezas de arte virreinal que terminó consagrando a ellas su casa de Barranco. La zona es hoy parte del barrio bohemio «chic» de la capital peruana, pero a mediados del siglo pasado era un balneario exclusivo de los más privilegiados. Con su mansión de estilo francés invadida de pinturas, esculturas y piezas de plata y oro de los siglos XVI al XVIII, De Osma Gildemeister construyó la llamada «Casita chica», ubicada en el mismo terreno, y mandó a cavar un túnel que conectara su nuevo hogar con el museo. Allí creció Alessandra de Osma, descendiente del coleccionista, y allí se casó el año pasado con el príncipe Christian de Hannover. El museo se inauguró un año antes de que Alessandra naciera, en 1987, y su familia vivió en la «Casita chica» hasta que ella cumplió 11 años. En sus jardines celebró su Primera Comunión y su fiesta de 15 años.

Como hicieran John D. Rockefeller y su hijo, que crearon la Fundación Rockefeller en 1913, los hijos de Pedro de Osma Gildemeister, Pedro y Angélica, formaron después de su muerte una organización sin fines de lucro dedicada a las obras sociales y a promover el arte virreinal que su progenitor coleccionó con tanto ahínco. El padre de Alessandra es hoy su presidente y en una entrevista de hace varios años, Sassa, como la llaman sus amigos, expresó su interés por formar parte de la labor social y cultural de la institución.

Mestizaje y religión

Esta semana tuvo finalmente la oportunidad de hacerlo, ya que El Prado recibió un importante préstamo del museo de su familia. Ante la ausencia de su padre, Sassa, que vive en Madrid desde hace años, se encargó de presentar el lienzo «Matrimonios de Martín de Loyola con Beatriz Ñusta y de Juan de Borja con Lorenza Ñusta de Loyola». «Es uno de los cuadros más emblemáticos de la colección De Osma, sobre todo por lo que representa: el mestizaje y la unión que existió durante el virreinato entre las cúpulas incaica y jesuita», explica la joven a LA RAZÓN. Confiesa, además, que le hace especial ilusión que el suyo sea el país invitado en ARCO este año: «Me alegra que empiece ya la feria y poder disfrutar de todos los artistas, galerías y todo lo que está sucediendo alrededor del Perú». Sobre la posibilidad de suceder a su padre en la presidencia de la Fundación Pedro y Angélica de Osma, afirma que «por supuesto que sería un honor poder continuar su legado, aunque así como yo misma cualquier otro miembro de la familia podría asumir ese cargo». Y la «competencia» no es poca, ya que Sassa explica que su padre tiene 10 hermanos, por lo que cuenta con muchos primos que también podrían optar al cargo. «Me siento cercana al arte, es algo que he apreciado toda mi vida por haber tenido la oportunidad de crecer cerca de él. Lo disfruto mucho», asegura sobre cómo crecer en un museo despertó esa pasión que más tarde desarrollaría al hacer unas pasantías en Sotheby’s, en Madrid, donde se empapó de las complejidades del mercado del arte, y al trabajar en el estudio londinense del también peruano Mario Testino, con quien la une una estrecha amistad. La fotografía es justamente uno de los principales intereses de Alessandra –y no solo por su experiencia como modelo (hace años, la fichó la agencia Ford)–, por eso recomienda descubrir, aprovechando ARCO, el trabajo del fotógrafo indígena Martín Chambí. «A principios del siglo pasado retrató a las personas que vivían en la región de Cuzco», explica Alessandra, y añade: «Es uno de nuestros artistas modernos más importantes».

Dos nobles incas en el Prado

Una princesa peruana dio la bienvenida a otra esta semana en el Museo del Prado. El cuadro que la familia de Osma ha prestado a la pinacoteca española (en la imagen) representa el matrimonio de un descendiente de San Ignacio de Loyola con la heredera del imperio inca, así como el de la hija de ambos con un descendiente de San Francisco de Borja. El cuadro refleja la unión de la aristocracia española con la élite peruana, como es el caso de la propia Alessandra, quien además de pertenecer a una familia de gran abolengo pasó a formar parte del Gotha al casarse con Christian de Hannover, quien estuvo presente para escuchar el discurso de su esposa en el Prado, aunque ocupó un discreto segundo plano.