Andrés Vicente Gómez: «Mi mujer ha luchado hasta el final»

Nada hacía presagiar una muerte tan cercana. Concha García Campoy confiaba vencer a la leucemia que le diagnosticaron a finales del 2011, me lo dijo hace pocos meses tras volver del Hospital de la Fe de Valencia, donde la trataban de su enfermedad: «Esta lucha la voy a ganar, porque todavía hago mucha falta en este mundo». Y la creí. Tal era su convencimiento y la fuerza de sus palabras. Pero la muerte es traidora por naturaleza, y el miércoles 10 por la tarde Concha dejaba de existir, tras sufrir un fallo hepático agudo. Me enteré al llamar a su pareja, Andrés Vicente Gómez, para preguntarle cómo se encontraba su esposa, porque se acababa de publicar en un confidencial que la comunicadora había caído en un coma irreversible en la madrugada del miércoles. La respuesta del productor, corta y directa, se convirtió en un mazazo de dolor: «Está muerta». Su voz reflejaba la pena por la pérdida del ser querido: «Mi mujer ha luchado hasta el final». Solamente Andrés sabe el calvario sufrido en estos dos últimos años.

A Concha le empezó a fallar el hígado, y su gran amigo, Manuel Campo Vidal, escribía en su Twitter : «Los medicamentos le han producido a Concha un coma hepático».

El domingo 7 de julio, García Campoy se desplazó a Valencia para ser internada en el hospital. Fueron tres días de angustia, de desesperación familiar, hasta que su corazón dejó de latir. El mismo día de su muerte, a primerísima hora de la mañana, avisaban a su hijo Lorenzo (19 años), quien, a su vez, se ponía en contacto con su padre, Lorenzo Díaz, ex marido de la fallecida. Los dos se desplazaron rápidamente a Valencia, uno a las diez y el otro a las once. Todo hacía presagiar que el final era cercano.

La hija de la periodista, Berta (14), se encuentra estudiando en Estados Unidos y, en el momento de escribir estas líneas, se estaba haciendo lo imposible para que se pudiera trasladar inmediatamente a España. Lorenzo Díaz me desveló –a las 17:30h. de ese mismo miércoles– que «Concha ha muerto hace un par de horas. Te puedes imaginar cómo nos sentimos en estos momentos. Gracias por lo bien que has tratado todo lo relacionado con la enfermedad de la madre de mis hijos, por tu respeto en momentos tan duros». Según explica, «Concha iba todas las semanas a Valencia para hacerse pruebas. Entraba dentro del ritual que fuera el pasado domingo. Pero todo se complicó cuando menos lo esperábamos... Y murió. Ha sido una completa desgracia». Aunque llevaban separados varios años, la amistad entre Lorenzo y su ex mujer nunca decreció. Aparte de sus dos hijos en común les unía un entrañable afecto.

La periodista fue sometida a un trasplante de sangre de cordón umbilical hace un par de meses en el Hospital La Fe valenciano, y seguía desde entonces acudiendo periódicamente al centro hospitalario para controles y seguimiento de su enfermedad.