Borja evita hablar de Villa Favorita

Sergio Luján le detallaba a la curiosa Montse Fraile, que vestía un diseño de lentejuelas en color azul, cómo de fugaz había sido el paso por el «photocall» de las tres protagonistas de la velada: Cristina Tárrega, Susanna Griso y Ana Rosa Quintana. La primera de ellas, con un abrigo de alta costura, habló de la tristeza que le producen las huelgas en Telemadrid, mientras que Griso acudió acompañada de su discreto marido. Ana Rosa anticipó que pasarían las Navidades en la dehesa extremeña «porque, en este tiempo, Sotogrande no apetece tanto». Muy festiva fue esta cita organizada por Juana y Joaquín Torres a beneficio de la Fundación Padre Garralda, que contó con dos consuegras de excepción como Nena Perojo, suegra de Cary Lapique, y la vizcondesa de Villamiranda, que acogía afectos y simpatía.

Torres realizó un repaso de sus maquetas y proyectos, como un ondulante edificio de apartamentos «encargo de Cereceda». Siguen los combates familiares por la herencia de éste y su viuda, Silvia Careaga, ya dejó La Finca para trasladarse a la más añeja residencia de Puerta de Hierro, dejando tras de sí un casoplón de veinte millones de euros, según detallaba Torres.

Paradero desconocido

«El año próximo deberíais convocarnos en el Bernabéu porque aquí no podemos ni movernos», se quejaban Juan Palacios y su esposa, marcando la hora con los relojes que anuncia Fernando Alonso. También acudió José Luis Álvarez, un ex alcalde que no dirigiría la política actual, según contó a Blanca y Borja Thyssen. Marina Danko se mostró muy feliz porque parece funcionar su relación con un sevillano llamado Manuel Romero. Jugó al despiste, como ya hizo con su primo hermano, y aportó joyas a subastar a la vez que lució un enorme pulserón en cristal de roca que pirraría a Nati Abascal. También acudió Luján Argüelles, resplandeciente con un «look» en tonos plateados, que va superando su ruptura como Teresa Bueyes el jet-lag de su viaje a Nueva York. Algunas palidecieron cuando ésta contó los juicios complicados de Javier Saavedra con Abascal de por medio. «Hay 30.000 euros en paradero desconocido», se oyó decir cerca de Joaquina Verez. Mientras, Borja Thyssen aseguró no saber nada de la venta de Villa Favorita, «es de mi madre y puede hacer lo que quiera», y que no habla con la baronesa «desde el día que acudió a la clínica tras el nacimiento de mi último hijo».