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«Bye, bye», bikini: Enseñar el ombligo ya no está de moda
Adiós al bikini. Lo que se lleva ahora es el traje de baño, la tendencia que está arrasando tanto en la playa como en las redes sociales
Adiós al bikini. Lo que se lleva ahora es el traje de baño, la tendencia que está arrasando tanto en la playa como en las redes sociales.
«Desde hace un par de temporadas nos pasamos los veranos viviendo en bañador», así de contundente comenzaba un artículo de la web de la revista «Vogue» España de hace unos días. Y sí, el bikini, el que a priori se erigió como el gran vencedor de la batalla de la playa, parece haber cedido el trono del rey del verano al traje de baño (o bañador, ya que la Real Academia Española acepta los dos términos).
Los motivos de este cambio de tendencia son muchos. Por una parte, se afirma que la preocupación creciente por el cáncer de piel ha hecho que la mujer busque protegerse exponiendo menos su cuerpo al sol. Además, como afirma también la diseñadora Alejandra Echevarría, de la firma Camacha Swimwear «tiene que ver también con la saturación del sol. Llega un momento del día, por ejemplo, por la tarde, cuando ya quieres quitarte el bikini y ponerte un traje de baño porque estás cansada de estar todo el tiempo expuesta a los rayos solares».
La propia Echevarría confirma también otro de los factores que han hecho que el bikini haya cedido terreno frente al bañador: las redes sociales. El hecho de que convivamos con el teléfono casi las 24 horas del día –y esa manía de fotografiar prácticamente cualquier instante de nuestra vida – ha cambiado muchas de nuestras costumbres y, entre ellas, el estilismo para la playa (aquí, por ejemplo, como recogía hace unos días el perfil de la revista «Elle» España, la tendencia en Instagram son los bañadores asimétricos). Y es que, como comenta Adela Penedo, de la firma Adela & Viki, el traje de baño es la prenda más elegante: «Yo digo que nunca ha dejado de estar de moda, solo que ahora es tendencia.
Las mujeres más elegantes del planeta siempre han ido en traje de baño, como por ejemplo Grace Kelly. Y es tendencia porque las marcas más punteras se han dado cuenta de algo que ya sabíamos: esta prenda es mucho más «chic» que el bikini. Las dos piezas está bien para tomar el sol o bañarte, pero para lucir como una mujer estupenda necesitas un traje de baño».
Símbolo de estilo
De la misma opinión es Echevarría: «Antes vendíamos muchos bikinis, pero es cierto que desde hace cuatro años la tendencia ha cambiado», confirma. «Nos piden muchos más bañadores y es que la gente quiere cambiar y estar elegantes. El traje de baño puede hacer las veces de “body”, y lo puedes combinar con unos “shorts”. Te viste si tienes que ir a un chiringuito, por ejemplo». Los iconos de la exquisitez siguen estando presentes. Si Penedo hablaba de la emblemática Grace Kelly, Echevarría saca el nombre de Eugenia Silva: «Lleva mucho este tipo de prendas y es una referencia de finura. Además, en su web también vende muchos trajes de baño».
Y no es la única: Paula Echevarría, María Fernández Rubíes o Paula Ordovás son otras de las «influencers» a las que hemos visto con bañadores que, más que trajes para mojarnos, parecían una parte de un vestido de noche.
Otro de los motivos que pueden haber provocado esta vuelta del bañador es la libertad que se permiten en este momento los diseñadores a la hora de diseñar esta prenda: «Hay mil formas de ponerte el bañador», asegura la fundadora de Camacha.
Swimwear nos contesta desde su oficina mientras prepara la colección de 2020, donde el bañador seguirá estando presente. «Antes se veía de señora, pero en estos momentos a la hora de patronaje te puedes permitir mil variaciones. Hay muchos cortes diferentes, pueden ser más metidos, más altos de pierna, con más o menos escote, con volantes, más bajos de sisa... ».
Entre esas opciones está la firma de Penedo, que propone un traje de baño con una concepción de corsetería: «Nuestra propuesta ayuda a colocar bien el cuerpo, a disimular aquello que queramos que no se vea y resaltar lo que sí. Para mí lo que sienta bien es un traje de baño con un buen patronaje».
La tendencia deportiva que cada vez está más presente en nuestra sociedad. La estética «sport» se ha colado en nuestro armario y, ¿qué hay más deportivo que un «body» para hacer gimnasia? En este apartado encontramos firmas como Perfect Moment que ha entendido perfectamente (valga la redundancia) la importancia del «athleisure» (la tendencia donde la ropa deportiva se convierte en ropa de calle).
La tiranía de lo visible
En el libro «Fashioning the Body», encontramos la idea detrás de la cual podemos enmarcar también el resurgir del traje de baño: la tiranía de lo visible. En una sociedad donde cada vez mostramos más nuestro cuerpo, el conseguir elementos que disimulen las pequeñas imperfecciones o que nos ayuden a mostrarnos más en sintonía con los cánones actuales resulta de vital importancia. Que estemos «semidesnudas» pero que a la vez tengamos todo controlado. Para eso funciona de manera más óptima el bañador que el bikini: «Depende de cada cuerpo, porque un bikini puede sentar perfectamente, pero un traje de baño con un patrón impecable es insuperable», asegura la fundadora de Adela & Viki. Coincide con ella Echevarría: «Te estiliza mucho, ya seas alta, baja, más fuerte, delgada...».
Así que la tendencia está clara. Digan adiós al dos piezas, el verano, la playa, la piscina y los barcos son del traje de baño... o bañador, como ustedes prefieran.
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