Miami
Carmen Franco: «Mis padres me inculcaron estar con los necesitados»
Fiel a la cita de El Rastrillo. Asegura que, a pesar de la crisis, «la gente sigue colaborando con el mercadillo»
Los domingos suelen ser uno de los días con mayor afluencia de visitantes en El Rastrillo y el de ayer no fue una excepción, ya que contaba con numerosos reclamos y atractivos para los asistentes. De hecho, fue una jornada especial en el puesto de los escritores, donde se arremolinaron centenares de personas para conocer de cerca a Paloma Gómez Borrero, la periodista experta en el Vaticano, que acudió a poner su granito de arena para el proyecto solidario de Nuevo Futuro. La autora de «De Benedicto a Francisco: el cónclave del cambio» confesó a LA RAZÓN que su nieta de diez años ya había tenido la ocasión de hablar con el Papa Francisco, un gesto que comentaba llena de orgullo –algo que no es de extrañar si se tiene en cuenta que uno de sus libros lleva por título la reveladora frase: «Abuela, háblame del Papa»–. Al Pontífice también se refirió la duquesa de Franco, una de las fieles a la cita del mercadillo de la Casa de Campo desde hace más de tres décadas. «Lo hemos conocido y tengo que decir que este Papa me da buen ''feeling''», aseguró la aristócrata, satisfecha con las declaraciones que ha hecho denunciando la persecución de los católicos en Medio Oriente. Entre las mejores compras que Carmen Franco asegura haber realizado en El Rastrillo desataca «un collar muy bonito» que le entusiasmó. Además de su faceta como clienta, la aristócrata se turna con otras compañeras en el puesto de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro, en el que venden «muebles, pinturas y cachivaches a precios asequibles». Desmiente que la solidaridad esté en crisis, aunque también reconoce que la situación económica influye en las ventas: «La gente sigue ayudando, lo que pasa es que las cosas caras tienen menos salida». La jornada también contó con un ameno desfile de abuelas y nietos, que puso una nota de color y ternura y escenificó hasta qué punto El Rastrillo ha sabido convertirse en un puente entre generaciones.
El sueño americano
Entre los asistentes también estaban otros rostros conocidos como Pitita Ridruejo y Marina Danko, que acababa de llegar de Castellón, donde estuvo participando con otra ONG. Centrada en su trabajo y en sus hijos, la ex de Palomo Linares asegura no estar buscando pareja: «Creo que esas cosas llegan cuando tienen que llegar», dice. Ahora su meta es profesional, y le llama el sueño americano: «He abierto un mercado en Miami y estoy feliz porque tengo las joyas puestas en tres de las tiendas más importantes», asegura, antes de adelantar que también hará una exposición en Colombia, su tierra natal.
Carmen Franco: «Procuramos no tener ningún compromiso fuera para poder estar aquí»
Quién es: duquesa de Franco.
Años en El Rastrillo: 30.
Puesto: Orden de Caballería
del Santo Sepulcro.
Confiesa que es una de las asiduas a la cita de El Rastrillo aunque, matiza, «lo que ocurre es que antes era compradora y ahora también vendo». Asegura salir «con el dinero justo de casa» para no excederse en las compras y está encantada con el proyecto de Nuevo Futuro: «La labor que hacen con los niños es espléndida».
Marima Danko: «Siempre hay que ayudar, más en estas fechas tan sensibles»
Quién es: empresaria.
Años en El Rastrillo: 1
Puesto: Vía María
Es, desde hace años, colaboradora en varios puestos del mercadillo, pero en esta edición se ha decidido a montar su propio «stand» junto a su amiga Olga Tamames. «Hay que ayudar, sobre todo por los niños sin hogar, que yo creo que es por lo que morimos y vivimos las madres y los padres. Todos queremos lo mejor para los nuestros», comenta. Y dice, además, predicar con el ejemplo: a sus hijos les ha enseñado el valor de la solidaridad.
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