
Casas Reales
Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover: el desplante que acentúa su distanciamiento
A pesar de seguir legalmente casados, la princesa y el aristócrata llevan casi dos décadas haciendo vidas separadas

La Casa Real de Hannover no está pasando por su mejor momento. A sus 71 años, Ernesto Augusto de Hannover ha tenido que hacer frente a un segundo ingreso en la Clínica Ruber Internacional de Madrid, tras un primer alertamiento el pasado mes de abril. Su hijo, Christian de Hannover, aseguraba a los medios que no había nada por lo que alarmarse; una maniobra que fue en vano tras la publicación de unas fotos en exclusiva por parte de Vanitatis.

El aristócrata aparecía en silla de ruedas, visiblemente demacrado y acompañado de una cantidad considerable de equipaje, lo que daba a entender que este segundo ingreso ya estaba programado. La causa de su estancia en el hospital serían unas complicaciones cardíacas, según adelanta el diario alemán Bunte. Durante su paso por Madrid, los médicos intentarán estabilizar la salud de Ernesto de Hannover mediante un stent, un tubo que impide que cualquier vaso sanguíneo se cierre tras una intervención importante.
Su exmujer y su hija encuentran la paz en Cuba
Quienes sí parecen estar libres de complicaciones son Carolina de Mónaco y la hija en común de ambos, Alexandra de Hannover. El Palacio de Convenciones de La Habana era testigo de un cálido encuentro entre la hermana y sobrina del Príncipe Alberto de Mónaco y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. Las princesas también estuvieron acompañadas por Ben Sylvester Strautmann, novio de Alexandra.
Si bien Carolina y su hija han compartido su ilusión por encontrarse en Cuba, ninguna de las dos ha realizado algún tipo de declaración o mensaje en relación al estado de salud de Ernesto. A pesar de casarse en 1999 y no haber firmado el divorcio, la pareja tomaría caminos separados en 2008, año en el que comenzaría un lento pero constante distanciamiento.

Aunque el divorcio era una opción posible dentro del marco de la Casa Real de Mónaco, la princesa e hija de Grace Kelly decidió optar por conservar la unión por dos razones estratégicas. La primera de ellas, mantener su título de princesa de Hannover, el cual le da mayor estatus internacional. Y en segundo lugar, preservar el legado de Alexandra dentro de la Casa Real de Hannover, a la cual pertenece gracias a su padre.
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