Realeza
Ernesto de Hannover lo ha vuelto a hacer: estas son sus imágenes más sorprendentes en Formentera
Las juergas que se temía que se pegara el controvertido príncipe en Baleares han resultado ser unas vacaciones en familia
No era la noche de Baleares, sino sus nietos. El díscolo marido de Carolina de Mónaco ha pasado unos días con sus nietos, hijos de Christian y Alessandra de Osma.
Cuando Ernesto de Hannover abandonó la clínica de rehabilitación Vivamayr, en Austria, donde había ingresado voluntariamente a principio del verano rumbo a Ibiza todo fueron rumores acerca de sus adicciones y su maltrecha salud. Además, en marzo, el príncipe fue condenado a 10 meses en régimen de libertad condicional por varios altercados.
Sin embargo, las juergas que se temía que se pegara el controvertido príncipe en Baleares han resultado ser unas vacaciones en familia con el segundo de sus tres hijos, Christian de Hannover. Los dos príncipes fueron fotografiados ayer dándose un baño en una de las calas de la isla con los pequeños Nicolás y Sofía, los hijos gemelos que Christian, convertido en todo un jinete del inmobiliario de lujo en España, y su mujer, la bellísima Sassa de Osma, tuvieron el año pasado en Madrid, donde residen en el barrio de Puerta de Hierro.
Es la primera vez que se ve en público a Ernesto de Hannover con sus dos nietos. Nacidos el 7 de julio de 2020 en una clínica de Madrid, los mellizos llegaron al mundo coincidiendo con uno de los peores momentos de su abuelo, detenido e ingresado en psiquiatría solo unos días después por agredir y amenazar a unos agentes de policía mientras se encontraba “en total estado de embriaguez”.
Unas imágenes entrañables en las que Ernesto coincide incluso con su consuegra, Elizabeth Foy Vásquez. con la que mantiene una actitud amable y cordial como un abuelo más en la playa con sus nietos y en familia. Contrasta la actitud cariñosa que tiene con su hijo Christian que contrasta con el enfrentamiento que mantiene con su hijo mayor Ernst August.
Recordar aquí que en 2019, el primogénito decidió firmar un acuerdo por el que entregaba el histórico castillo de Marienburg, ubicado en la Baja Sajonia y sede de la Familia Real de la Casa Hannover, al estado germano y lo hacía por la simbólica cantidad de un euro. La decisión de Ernst August de que la espectacular propiedad cambiara de manos tras 150 años no sentó del todo bien a su padre, quien fue el que se lo cedió junto a otras propiedades del patrimonio de la dinastía. Y aquí empezó una guerra que dura hasta hoy. O al menos eso se cree, hasta que unas fotografías tan sorprendentes como estas, confirmen lo contrario.
✕
Accede a tu cuenta para comentar