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Carla Vigo, la sobrina de la Reina, se convierte en un reclamo para ganar audiencia

Su inocencia en cifras

Carla Vigo, sobrina de la reina Letizia
Carla Vigo, sobrina de la reina LetiziaJuanJo MartínEFE

La popularidad de Carla Vigo, sobrina de la Reina Letizia, ha experimentado un espectacular crecimiento en los últimos meses. La joven nunca ha seguido el camino de la discreción marcado por Zarzuela, y aunque su presencia en redes sociales siempre ha dado lugar a numerosos titulares en la prensa del corazón, no ha sido hasta ahora cuando parece haber dado el salto definitivo al mundo mediático. La prima de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía ha traspasado la pequeña pantalla de los dispositivos móviles para posar como una estrella en los «photocalls» de diferentes eventos, al lado de personajes típicos de la farándula como Amor Romeira, concursante de «Gran Hermano 9». Con ella ha colaborado en la grabación de su último videoclip, «Karma», que ya acumula más de 100.000 reproducciones en YouTube. Se trata del trabajo de la cantante canaria que más número de visitas ha conseguido solo un mes después de su estreno, un éxito que puede explicarse, en gran medida, gracias a Carla Vigo.

En calidad de sobrina de la Reina Letizia, la actriz y bailarina se ha convertido en todo un reclamo para las masas que los rostros y cadenas que buscan engrosar sus índices de audiencia no quieren dejar escapar. El anuncio de que Carla Vigo, quien cuenta con más de 25.000 seguidores en su perfil oficial de Instagram, intervendría en la nueva temporada de «Sobreviviré», el programa que se emite a través de Mtmad –la plataforma digital de Mediaset–, cosechó una importante repercusión en la prensa que vino muy bien al espacio presentado por Nagore Robles. La joven se ha visto envuelta así en una complicada vorágine mediática en la que no parece sentirse del todo cómoda. En sus apariciones, se muestra muy tímida y escueta en sus respuestas, precedidas normalmente de preguntas íntimas e impertinentes que rozan lo obsceno. «Me tengo que acostumbrar a esto», reflexionó Vigo, a sabiendas de que su anhelada incursión en la industria de las artes escénicas va de la mano con este tipo de exposición. La joven acaba de aterrizar con la ilusión e ingenuidad propias de su inocencia en un mundillo cuyos riesgos y contrapartidas aún parece desconocer, mientras que diferentes personalidades y plataformas digitales siguen acudiendo a ella para conseguir una dosis extra de visitas. Otra cosa es cómo todo esto puede afectar a la imagen de Carla Vigo.