‘Ñ, Juega España’, el juego de mesa creado por Luis Alfonso de Borbón que ya tiene Felipe VI

A Luis Alfonso de Borbón el destino no le repartió buenas cartas pero sí supo jugarlas para ser feliz. A sus 47 años forma con Margarita Vargas, con la que se casó el 6 de noviembre de 2005, un equipo emocional fuerte y estable. Son padres de cuatro hijos y uno de sus rasgos principales es mirar el vaso siempre lleno. Nunca medio vacío y eso que tuvo todas las papeletas para que su existencia estuviera llena de resentimiento. Su histórico vital era un cúmulo de desdichas: una separación traumática de sus padres Alfonso de Borbón y Carmen Martínez-Bordiú, la muerte de su hermano cuando su padre conducía el coche, el inexplicable accidente del duque de Cádiz esquiando y el accidente mortal de su hermanastra Matilda Rossi al caer de una barca. Con este historial era previsible que tuviera una actitud complicada.

El duque de Anjou, que lo es por herencia, no ejerce como tal salvo cuando presidía en París actos que tenían que ver con los legitimistas. Sus seguidores reivindican el trono de Francia como último Capeto. Salvo esas intervenciones, que resultan más pintorescas que efectivas y que sirven como ilustración gráfica para las reuniones en la catedral de Saint-Denis, donde están enterrados la mayoría de los reyes, el hijo de Carmen Martínez-Bordiú procura mantener un perfil mediático bajo. Su invisibilidad es manifiesta y solo sobresale en ocasiones muy especiales.

Ahora lo ha hecho por un tema relacionado con una idea que puso en marcha el año pasado. Se trataba de un juego de mesa de cartas con preguntas y respuestas sobre la historia de Francia. Después del éxito que tuvo esa iniciativa ha hecho la versión española que ha bautizado con el nombre de «Ñ, Juega España» y que ya han recibido sus amistades. Por deferencia, uno de los primeros envíos llegó al palacio de la Zarzuela. Luis Alfonso y el Rey Felipe VI son familia muy directa. El duque de Cádiz y Don Juan Carlos eran primos hermanos. El juego consta de 96 cartas y 468 preguntas sobre historia de España y un dado amarillo con puntos rojos como la bandera del país. Una especie de trivial para jugar en familia y aprender historia. Luis Alfonso cuenta que se le ocurrió la idea de centrar el entretenimiento en España durante la pandemia después del éxito de las cartas francesas. El planteamiento, como él mismo cuenta, era «dejar un legado para mis cuatro hijos». Durante meses, «me encerré en mi despacho a estudiar y repasar la historia para buscar las mejores opciones y preguntas que además fueran entretenidas».

Nueva pasión

Y lo curioso de esta afición es que esa asignatura no era de sus favoritas . «Nunca sentí interés porque faltaba pasión. En cambio tuve un profesor de Historia de la Economía en la Universidad que fue fantástico y saqué Matrícula de Honor». Ese aprendizaje con un buen maestro fue también clave para poner en marcha este juego. Una vez que lo materializó, el último paso fue que un historiador diera el visto bueno.

Hasta ahora se han fabricado tres mil lotes y dado el éxito del boca a boca puede ser que se amplié su producción. Al principio Luis Alfonso de Borbón no tenía intención de dar publicidad a este proyecto más allá de la información que aparecía en Amazon y del anuncio en sus redes sociales. Fue Margarita la que ha hecho posible que el juego tenga visibilidad mediática después de tantos meses de trabajo. Considera que es una buena oportunidad para aprender Historia y sus hijos están encantados. «Nos complementamos muy bien y la verdad es que ponerlo en marcha han supuesto muchas horas de estudio. Hasta ahora jugábamos con la baraja francesa y ahora ya con la española», explica la duquesa. Al preguntarle quién es el mejor contesta con sentido del humor: «Como era de esperar Luis Alfonso, que para eso lo ideó y muchas veces hacemos equipo contra él. De los niños, a Eugenia se le da un poco mejor porque es la mayor», dice.

Con un destino marcado por la tragedia, el duque es un hombre feliz junto a su mujer Margarita Vargas. Una mujer que se ha acoplado perfectamente a la vertiente más pública que significa estar casada con el hijo del duque de Cádiz y la duquesa de Franco.