Funeral Isabel II

El buen sentido del humor de Isabel II, recordado por la reina consorte, Camilla

La esposa del rey Carlos III ha concedido una entrevista en la que revela anécdotas de Isabel II

La reina Isabel II, junto a Camilla, durante el Jubileo
La reina Isabel II, junto a Camilla, durante el JubileoJohn StillwellAgencia AP

Este domingo, la BBC emitió la primera entrevista televisada a Camilla, tras ser proclamada reina consorte. La mujer de Carlos III ha revivido anécdotas que vivió junto a Isabel II y ha elogiado su figura.

La Reina Isabel II era una apasionada de las carreras de caballo, ha recordado Camilla y ha asegurado que la monarca lanzaba una mirada fulminante con sus «maravillosos ojos azules» a todos aquellos que osaran cuestionar su conocimiento sobre este deporte. «Nunca se te ocurría cuestionarla o discutir con ella sobre cómo se crían los caballos», expresaba Camilla entre risas.

Además, la reina cosorte recuerda que Isabel II era feliz en el castillo de Balmoral, donde falleció el pasado 8 de septiembre. Isabel IIponía límites a sus obligaciones públicas para poder dedicarle tiempo a su intimidad y hacer que sus vacaciones en Escocia fuera su «momento de disfrute» junto al resto de la familia.

«Creo que es muy importante que la agenda se planifique para que se sepa cuando estaba de servicio y cuando tenía que hacer las cosas. En Escocia disfrutó, aunque probablemente estaba trabajando con sus cajas rojas. Podía tener a su familia para que estuvieran con ella, podía hacer las cosas que le gustaban», relata.

Entre las anécdotas que Camilla recuerda, se remonta al día de su boda, en 2005. La mujer de Carlos III recuerda que salió de Clarence House para ir a Windsor y con los nervios del momento se puso un par de zapatos con tacones de distinta altura «Uno tenía una pulgada de tacón y el otro dos», recuerda. A mitad de camino, en el coche, fue la Reina Isabel II quien se dio cuenta de lo ocurrido y comenzó a reírse por la situación. «Tenía un buen sentido del humor«, insiste.

Además, ha mostrado la admiración que sentía hacia la soberana por su liderazgo en un mundo mayoritariamente masculino. “Debió ser muy difícil para ella ser una mujer solitaria. No había mujeres primeras ministras ni presidentas. Ella era la única, así que creo que se forjó su propio papel”, reflexiona y deja claro que siempre recordará «esa sonrisa inolvidable».