Royals
El fin de la monarquía hawaina: muere la última princesa de las islas
Una monarca gobernaba el archipiélago antes de su anexión a Estados Unidos en 1959
Hawái es mundialmente conocido como un paraíso terrenal que millones de personas eligen como destino vacacional cada año. El estado número 50 de Estados Unidos se ha ganado la fama gracias a sus playas de arena blanca y agua cristalina, pero el archipiélago también guarda una interesante historia de la que muy pocos están al tanto. Antes de convertirse en un territorio más de la potencia mundial, fue una monarquía regentada por reyes y su consiguiente familia real, cuya última princesa falleció la semana pasada. Se trataba de Abigail Kinoiki Kekaulike Kawānanakoa, que perdió la vida el domingo 11 de diciembre.
Murió a los 96 años y legó su fortuna, estimada en cerca de 200 millones de dólares, a una asociación benéfica que trabaja en favor de la comunidad hawaina. Las islas caribeñas se convirtieron en un estado más cuando en 1893 John L. Stevens, el embajador estadounidense en el archipiélago, consideró que se estaban vulnerando los derechos de sus paisanos y ordenó la actuación inmediata del ejército. En aquel momento, la Reina Liliʻuokalani quedó bajo arresto domiciliario en el Palacio de ‘lolani hasta 1896, y cuando fue liberada se mudó a otra residencia, donde vivió hasta su muerte en 1917. Desde ese momento, la familia real isleña conservaba su estilo de vida acomodado, pero sin ningún tipo de influencia o poder en la soberanía de las ínsulas.
No fue hasta 1898 cuando el presidente estadounidense William McKinley firmó la anexión de Hawái a Estados Unidos, un acuerdo que allanó el camino para que en 1959 el archipiélago se convirtiera en el 50º estado del país de manera oficial.
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