Realeza

Charlène de Mónaco, de luto: la inesperada muerte que amarga su Navidad

El Palacio de Grimaldi ha emitido un comunicado lamentando la pérdida

Charlène de Mónaco
Charlène de MónacoCHRISTIAN BRUNAAgencia EFE

Un inesperado golpe ha sacudido a la familia real monegasca a unas pocas horas de despedir el año. El monseñor Bernard Barsi, el arzobispo emérito del Principado, que mantenía una estrecha relación con los Grimaldi, falleció víctima de un ataque al corazón el pasado 28 de diciembre. El religioso estaba muy unido a Charlène y Alberto de Mónaco, puesto que fue él quien les unió en santo matrimonio el 2 de julio de 2011. Cuatro años más tarde, bautizó a los mellizos fruto de su relación, Jacques y Gabriella, y también fue él quien ofició el funeral en honor a Rainiero III, padre del actual soberano.

Hemos conocido con una profunda tristeza y gran emoción la desaparición del monseñor Bernard Barsi... En estas horas de dolor, el príncipe y la princesa desean honrar la memoria de aquel que, durante veinte años, ha acompañado a la Familia Soberana, en el plan espiritual y pastoral, en los momentos más importantes de la historia reciente del Principado”, reza un comunicado que Charlène y Alberto han emitido desde palacio.

La Familia Real monegasca en el Día Nacional de Mónaco
La Familia Real monegasca en el Día Nacional de MónacoSEBASTIEN NOGIERAgencia EFE

La muerte del monseñor Bernard Barsi ha llenado de tristeza al príncipe y la princesa, empañando la felicidad con la que estaban viviendo estas Navidades. Tras un año muy complicado en lo que a la salud de Charlène de Mónaco se refiere, por fin la familia ha podido reunirse en estas fechas tan señaladas, tal y como mostraron en su postal de Pascua. Además, el regio matrimonio quiso compartir este buen momento que atraviesa con todos los ciudadanos del microestado europeo, y el pasado 14 de diciembre abrieron las puertas del patio de su palacio para darles la bienvenida.

Como si de un cuento de hadas se tratase, el recinto estaba decorado hasta el más mínimo detalle, con adornos navideños que evocaban un paisaje polar. Ojalá que la muerte de su arzobispo de confianza no amargue demasiado el buen final de año que Charlène y Alberto estaban disfrutando.