
Tributo a un icono
Carlos III le dio motivos a Diana de Gales para estar paranoica, pero ella nunca perdió la cordura
Su biógrafo y confidente Andrew Morton echa la vista atrás y recuerda cómo vivió las inesperadas revelaciones que le hizo Lady Di

Del historiador Andrew Morton, conocido como el biógrafo de Lady Di, puede decirse que es el que más secretos guarda de la Familia Real británica y uno de los hombres que mejor ha auscultado los rasgos de cada uno de sus miembros. Como amigo y confidente de Diana de Gales, a sus 72 años ha concedido una entrevista a la revista francesa "Madame Le Figaro" con una mirada retrospectiva al mito. Fue a él a quien entregó las grabaciones en las que relataba con todo lujo de detalles la trastienda del Palacio de Kensington. En 1992, Morton publicó las confesiones en "Diana: Su verdadera historia", un libro explosivo que desveló la angustia de la esposa del entonces príncipe Carlos precipitando su divorcio. Peter Morgan lo nombró uno de los principales asesores de la quinta temporada de su serie "The Crown", dedicada a los caóticos años de Diana.
"Pura dinamita"
En la entrevista, confiesa que la princesa le llamaba Clark Kent por su estatura, 1,93 metros, y sus gafas enormes. Escuchó la primera entrevista en un café londinense y asegura que fue como entrar en otro mundo. Cuando Lady Di le dijo que estaba dispuesta a ser entrevistada, pensó que hablaría de su labor humanitaria. Sin embargo, la intención era otra: bulimia, Camilla, su inadaptación a La Firma… "Pura dinamita". Le costó creer lo que le contaba, pero enseguida encontró en el comportamiento de Carlos pruebas más que palpables.

Le impresionó la valentía de Diana. "Era una mujer herida. Sin embargo, lo que me impresionó de ella fue, ante todo, su audacia. Era una mujer muy valiente. También poseía esa cualidad que pocas personas poseen: sabía cómo acercarse a la gente sin molestarla ni avergonzarla", describe en la entrevista. Según relata, era muy cuerda y, desde su llegada a la familia, sintió que la traicionaban.
"Nunca fue mentalmente inestable"
Pone como ejemplo el día en que Carlos se rompió el brazo durante un partido de polo. "La primera persona que fue a verlo al hospital fue Camila. Y mientras Diana era trasladada desde el Palacio de Kensington para llegar allí, oía las radios de su personal de seguridad personal sonando, consciente de que se aseguraban de que Camila se marchara cuando llegara. Así que Diana tenía motivos de sobra para estar paranoica. Por lo que sé de ella, nunca fue mentalmente inestable".

A pesar de todo, Morton considera que Diana conservó siempre su sentido del humor y la capacidad de recuperación, incluso ante lo peor. "Una vez dijo que heredó esto de su madre, Frances Shand Kydd: sabía cómo tomar distancia de lo que le sucedía. Aunque a menudo atravesaba lo que se llamaba períodos oscuros, durante los cuales sufría graves ataques de bulimia, Diana era una mujer profundamente alegre, especialmente cuando pasaba tiempo con sus hijos, William y Harry".
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