¡Felicidades!
Carolina de Mónaco cumple 67: de chica rebelde a abuela entregada
La hija mayor de Rainiero de Mónaco y de Grace Kelly vive separada de Ernesto de Hannover aunque oficialmente no está divorciada.
Portada de las revistas del corazón desde su nacimiento, la princesa Carolina de Mónaco celebra hoy 67 años. Nacida en enero de 1957, Carolina Grimaldi fue la heredera de la corona de Mónaco hasta que catorce meses después nació su hermano Alberto.
Hija de Rainiero de Mónaco y de la princesa Grace, siendo adolescente marchó a París a estudiar Filosofía. Allí conoció a Philippe Junot, un empresario con fama de "playboy", por lo que su relación nunca fue bien vista por sus padres. Sin embargo, en 1978, la princesa se casaba con él, tras salir en la prensa en topless al lado de su novio, durante unas vacaciones en la Costa Azul. Dos años más tarde el matrimonio se disolvía, cuando Junot era "pillado" de la mano de la actriz Giannina Facio.
Tras su separación conoció a Roberto Rossellini, aunque su gran amor fue el tenista Guillermo Vilas, con quien se escapó a Tahití en 1982, donde fue sorprendida de nuevo en topless por los fotógrafos.
Tras el trágico accidente de coche que costó la vida a su madre, Carolina de Mónaco contrae matrimonio, en diciembre de 1983, con Stefano Casiraghi, un joven empresario italiano al que había conocido en una discoteca. Al no haber obtenido en esa fecha la nulidad eclesiástica de su matrimonio con Junot, la ceremonia se celebró por lo civil. Una boda que se organizó de manera precipitada cuando Rainiero supo que su hija estaba embarazada. Fue una boda sencilla pero, al conocer la celebración de la boda civil, la Santa Sede excomulgó a Carolina por considerar que, según el Derecho Canónico, vivía en adulterio.
Carolina de Mónaco y Stefano Casiraghi tuvieron tres hijos: Andrea (1984), Carlota (1986) y Pierre (1987). Su historia de amor se vio truncada en el otoño de 1990, cuando el italiano perdía la vida accidentalmente mientras participaba en la bahía de Montecarlo en una carrera de lanchas.
La primogénita de los Grimaldise centró entonces en sus compromisos oficiales hasta que encontró consuelo en brazos del actor francés Vincent Lindon. Tras él llegó un príncipe, Ernesto de Hannover, aún casado con su amiga Chantal Hochuli. Fruto del estrés, la princesa sufre episodios de alopecia areata (es la época en la que Carolina de Mónaco cubría su cabeza con pañuelos). En enero de 1999 se casa con el aristócrata alemán y siete meses después da a luz a la única hija que tuvo con él, Alexandra de Hannover.
Los problemas con el alcohol y los múltiples altercados públicos del príncipe alemán acaban por dilapidar la relación y la pareja se separa en 2009, aunque a día de hoy no han firmado aún el divorcio, para preservar el patrimonio familiar entre los hijos de Hannover y la princesa.Además, en caso de divorciarse, Carolina de Mónaco perdería su estatus de Alteza Real.
Actualmente, la princesa lleva una vida tranquila y acomodada en Mónaco, cumpliendo con sus compromisos oficiales junto a su hermano Alberto de Mónaco.
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