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La complicidad de Leonor y la Reina Sofía y la ausencia del Rey Juan Carlos: los momentazos de la confirmación de la infanta Sofía
La hija pequeña de los Reyes Felipe VI y Letizia recibe hoy este sacramento, acompañada de su familia más cercana
La infanta Sofía recibe hoy el sacramento de la confirmación en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en la localidad madrileña de Aravaca, con la princesa Leonor como madrina y su padre, el Rey Felipe VI, como padrino. La ceremonia, en su caso, se ha adelantado un año por razones logísticas, puesto que la benjamina de la Familia Real se mudará el próximo curso a Gales, como su hermana mayor, para cursar Bachillerato Internacional en el UWC Atlantic College.
La infanta Sofía ha llegado al templo junto a sus padres, su hermana, sus abuelos maternos, Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano; y su abuela paterna, la Reina Sofía, a las 12:30 horas de la mañana, tal y como indicaba la organización. Todos han posado frente a las cámaras, demostrando que el rosa es el color de la temporada. La confirmante se ha decantado por un mono en este color que deja ver parte de su abdomen, mientras que la princesa Leonor, algo más recatada, ha elegido un vestido largo con estampado floral.
La foto ha sido mucho más multitudinaria que la de la confirmación de la princesa Leonor. Se debe recordar que se celebró en 2021, cuando todavía existían ciertas restricciones sociales por culpa de la pandemia de coronavirus, y la heredera al trono no pudo invitar a ninguno de sus abuelos.
Aun así, llama la atención la ausencia del Rey Juan Carlos I, el único abuelo de la infanta Sofía que se ha perdido su confirmación. El emérito continúa viviendo en Abu Dabi, y aunque ha manifestado en varias ocasiones su deseo de volver a España, todavía no hay fecha de regreso confirmada.
Uno de los momentos más comentados ha sido cuando la princesa Leonor se ha acercado hasta su abuela paterna, la Reina Sofía, para abrazarla por la espalda y acompañarla hasta la puerta de la parroquia, donde han accedido juntas, derrochando complicidad. Parece que nada queda ya de las tensiones que se hicieron evidentes en la misa de Pascua de Palma de Mallorca, un episodio que permanece grabado en la retina de los ciudadanos pero que ya forma parte del pasado.
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