La curiosa historia de la carroza en la que Carlos III y Camilla se han trasladado hacia la Abadía de Westminster

Tras llegar al Palacio de Buckingham en coche, el rey Carlos III se ha subido junto a su esposa la reina consorte Camilla a una carroza para comenzar la tradicional procesión hacia la Abadía de Westminster, donde en solo unos pocos minutos comenzará la ceremonia de coronación. Se trata de un itinerario de 2 kilómetros que recorre las principales calles de la ciudad y, a pesar de que el tiempo en Londres ha amanecido lluvioso, han sido centenares de ciudadanos los que se han apostado a ambos lados del camino para ver pasar a los monarcas en su gran día.

En lugar de la habitual carroza de Estado dorada, que ha sido utilizada en todas las coronaciones británicas desde 1830, Carlos III y Camilla han decidido utilizar en esta ocasión la carroza de Estado del Jubileo de Diamante, construida especialmente para la reina Isabel II y utilizada por primera vez en el año 2014. Más moderna y preparada que la anterior, está tirada por seis caballos y cuenta con mejor suspensión, calefacción, aire acondicionado y ventanas eléctricas. No obstante, el recorrido de vuelta sí que lo harán en la carroza tradicional.

Custodiando esta primera procesión se encuentran veteranos del Ejército, personal del Servicio Nacional de Salud y de asistencia social. El itinerario oficial ha pasado por The Mall hasta Trafalgar Square, Whitehall y Parliament Street siguiendo por Parliament Square y Broad Sanctuary para llegar a la Puerta del Gran Oeste de la Abadía de Westminster.

Quien ha precedido la carroza, además del Séquito del Mayor General ‘Proving the Rute’ para confirmar que todo estaba en orden, ha sido la Escolta de Caballería de la Casa del Soberano, que consta con varias divisiones de caballería para proteger a los monarcas en su llegada a Westminster. Allí ya han terminado de llegar todos los invitados, ocupando sus asientos con premura para el inicio de la coronación. Entre los diferentes miembros de la realeza asistentes a este histórico día, los reyes Felipe VI y Letizia de España eran de los más puntuales en llegar.