Tensión
Doña Letizia, cubierta de barro, y Felipe VI: sus gestos cuidadosos y sensibles frente al dolor
Los Reyes han mantenido la calma en su visita a la zona del desastre para escuchar y abrazar a sus vecinos derrumbados
Doña Letizia y Don Felipe llegaban este domingo devastados a la zona del desastre, cuyo primer destino previsto era Paiporta. El motivo era comprobado en directo los efectos destructivos de la DANA y transmitir su cariño y todo el apoyo posible a sus gentes. La situación es muy delicada y la visita no ha sido fácil. En su recibimiento, centenares de personas han increpado a los Reyes. Estos han respondido manteniendo la seriedad, la sensibilidad y la entereza que requería este momento de tensión lógica, fruto del desgarro de una población que lo ha perdido todo.
Desde su llegada, en el gesto de los Reyes se apreciaba la desolación con la que están viviendo estos días en los que es fácil empatizar con el dolor de las víctimas. Con los pies sobre la tierra y emocionados con absoluta naturalidad, tal y como les hemos visto tantas veces ante la tragedia, han intentado abrirse paso entre la gente y consolar a quien necesitase su consuelo.
A pesar de la dificultad, los Reyes han conseguido rebajar la ansiedad. Don Felipe ha insistido en permanecer allí tratando de apaciguar los ánimos y atendiendo con cariño a los ciudadanos que han querido acercarse a él y llorar. Su rostro serio y apenado era su mejor señal de empatía con estos hombres y mujeres que actúan con desesperación ante los sucesos teñidos de inmenso dolor.
También la Reina Letizia, con la cara cubierta de barro, ha escuchado con calma a las mujeres que se le han aproximado. Con actitud asertiva, los monarcas han permitido que expresen sus sentimientos, lamentos y opiniones. Sentirse escuchados era una forma de sentirse aliviados.
Los Reyes de España reaccionaron a la DANA inmediatamente después de que irrumpiese con un comunicado en el que expresaron su desolación y su pésame a los familiares y allegados de los fallecidos, cuya cifra fue aumentando con las horas. "Fuerza, ánimo y todo el apoyo necesario para los afectados", decía la nota.
Después de cancelar su agenda para centrarse de lleno en la catástrofe, este domingo han querido transmitir en persona ese mismo mensaje a los ciudadanos, a las autoridades locales, autonómicas, servicios de emergencia, Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por el trabajo titánico que llevan realizando desde el primer momento. El Rey se trasladará e lunes al Cuartel General de la UME en la Base Aérea de Torrejón para "presidir la reunión del Comité de crisis para el seguimiento de los efectos de la DANA".
No era este el guion previsto, pero la respuesta de los Reyes ha sido absolutamente cuidadosa y sensible. Una vez lograda cierta calma, han podido escuchar qué necesitan, qué les duele, qué les indigna o cuáles son sus reproches. En su sufrimiento, una mujer suplica pañales para su bebé. Por ella y por el resto, han insistido en afrontar estos ataques de ira, desencadenados por el estrés, la frustración, la fatiga y la ansiedad acumulada en estos días, Doña Letizia y Don Felipe han gestionado su visita estrechando sus manos y abrazando su dolor.
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