Funeral

Doña Sofía despide a Víctor Manuel de Saboya en Turín

En Italia se ha reavivado la polémica que siempre ha acompañado al pretendiente al Trono, ayer le despidieron, sobre todo, reyes sin corona

Former Queen of Spain Sofia (L) arrives for the funeral ceremony of late Prince Vittorio Emanuele of Savoy, at the Duomo cathedral in Turin, northern Italy, 10 February 2024.
Former Queen of Spain Sofia (L) arrives for the funeral ceremony of late Prince Vittorio Emanuele of Savoy, at the Duomo cathedral in Turin, northern Italy, 10 February 2024.ALESSANDRO DI MARCOAgencia EFE

Italia despidió este sábado a Víctor Manuel de Saboya, hijo de Humberto II, el último rey del país transalpino, que falleció hace una semana en Ginebra a los 86 años. La catedral de Turín acogió el funeral del primo del rey Don Juan Carlos con una ceremonia multitudinaria a la que acudieron algunos representantes de las monarquías europeas, entre los que se encontraban la reina Doña Sofía, el gran duque Enrique de Luxemburgo y el príncipe Alberto de Mónaco. Tras la ceremonia religiosa, sus restos mortales fueron trasladados a la basílica de Superga, un templo construido en el siglo XVII en el que descansan otros miembros de la familia.

Marina Doria of Savoy (R), the widow of Prince Vittorio Emanuele of Savoy, arrives for the funeral ceremony of her late husband at the Duomo cathedral in Turin, northern Italy, 10 February 2024.
Marina Doria of Savoy (R), the widow of Prince Vittorio Emanuele of Savoy, arrives for the funeral ceremony of her late husband at the Duomo cathedral in Turin, northern Italy, 10 February 2024. ALESSANDRO DI MARCOAgencia EFE

La intensa lluvia que durante todo el día cubrió el cielo de Turín no impidió la presencia de cientos de nostálgicos de la monarquía y curiosos que pudieron seguir la ceremonia a través de las pantallas instaladas fuera de la catedral. En el interior, acompañaron a la familia numerosos miembros de la aristocracia europea, la mayoría de ellos «reyes sin corona» o aspirantes legítimos al trono en sus respectivos países, como el príncipe Leka de Albania; los príncipes Dimitri y Serge de Yugoslavia; o Victoria Románovna, esposa de Jorge Mijáliovich, heredero de los derechos dinásticos al trono de Rusia. Una circunstancia que les unía con Víctor Manuel de Saboya, príncipe de Nápoles e hijo del último rey de Italia antes de que un referéndum proclamara la República en el país transalpino y condenara al exilio a la familia Saboya.

Fotografía de archivo del príncipe Víctor Manuel de Saboya
Fotografía de archivo del príncipe Víctor Manuel de SaboyaCIRO FUSCOAgencia EFE

Unos días antes del sepelio, Manuel Filiberto, único hijo de Víctor Manuel, explicó en una entrevista que la voluntad de su padre era ser enterrado en Turín, a pesar de que desde hace años la familia está en guerra con el Estado italiano para permitir que los restos mortales de los últimos reyes de Italia puedan descansar en el Panteón de Roma. «Superga es la cripta de la Casa de Saboya, construida por la familia Saboya. ¿Dónde debería descansar mi padre si no? La polémica contra él es un deporte nacional, pero al menos respetadnos en estos días difíciles», lamentó en las páginas de «La Stampa».

En la entrevista, Manuel Filiberto se refirió también a las polémicas declaraciones de su padre, que nunca condenó las leyes raciales promulgadas por el dictador fascista Benito Mussolini con la complicidad de su abuelo, Víctor Manuel III, y que permitieron la persecución y deportación de miles de judíos italianos a campos de concentración durante la II Guerra Mundial. El único hijo de Víctor Manuel aseguró que su abuela, la reina María José, «era una antifascista convencida» y que su padre fue «malinterpretado» cuando justificó el fascismo.

Sin embargo, su tibieza a la hora de condenar el fascismo no fue la única polémica que rodeó la vida del príncipe de Nápoles. Su presunta responsabilidad en la muerte de un joven alemán durante unas vacaciones en Córcega en 1978 de la que fue absuelto por un Tribunal de París o su detención en 2006 acusado de corrupción y proxenetismo le convirtieron en una persona «non grata» para muchos italianos.

Desde Suiza

Víctor Manuel falleció la semana pasada en la ciudad suiza de Ginebra, donde residía. Tenía 86 años y había vivido muchas vidas. Nacido en 1937 en Nápoles de la unión entre Humberto II y su esposa María José, hija del rey Alberto I de Bélgica, se convirtió con solo 9 años en heredero de la corona de Italia, después de que su abuelo, Víctor Manuel III abdicara en 1946 en favor de su hijo tras haber apoyado a Mussolini y su padre asumiera el trono. Una corona que apenas le duró un mes ya que en junio de ese mismo año los italianos votaron a favor de la República en un referéndum y los Saboya tuvieron que abandonar Italia. Víctor Manuel III se exilió en Alejandría, donde murió un año más tarde.

En 2022 el Parlamento italiano derogó la ley que impedía a los antiguos soberanos y a los descendientes varones de la familia real volver a Italia y poco después Víctor Manuel regresó al país transalpino acompañado de su esposa Marina Doria y de su único hijo Manuel Filiberto.

Manuel Filiberto de Saboya y la viuda, Marina Doria
Manuel Filiberto de Saboya y la viuda, Marina DoriaGtres

Los restos mortales de Víctor Manuel fueron trasladados a Italia el pasado jueves y el viernes se instaló la capilla ardiente en la iglesia de San Humberto, en el palacio de Venaria, a las afueras de Turín. El ataúd del aristócrata estuvo acompañado en todo momento por su familia: su viuda y su hijo junto con su mujer, la actriz francesa Clotilde Corau, y las dos hijas de ambos, Victoria y Luisa. Precisamente sobre la primogénita, que acaba de cumplir 20 años, recaen ahora los derechos dinásticos de la casa Saboya tras la desaparición de su abuelo ya que su padre renunció a ellos el pasado mes de junio.