Regatas y calma
La entrañable imagen del Rey Juan Carlos y el hijo de María Zurita en Sanxenxo
La estampa junto a su sobrina en la localidad pontevedresa es de absoluta calma
Hay pocos puertos más seguros para el Rey Juan Carlos que el de Sanxenxo, afectos más genuinos que el de su sobrina María Zurita ni abrazo más entrañable en este momento que el de su ahijado Carlos Zurita, de siete años. Este fin de semana, la estampa en la localidad pontevedresa era de absoluta calma. Las imágenes de este fin de semana son elocuentes.
María Zurita forma parte del círculo más íntimo de la familia real española. Creció muy cerca de los hijos de los Reyes Juan Carlos y Sofía y, desde entonces, el trato con el monarca es cálido e incluso protector, como muestra en sus reencuentros en Galicia. La sobrina mantiene, desde la discreción, una lealtad absoluta, especialmente en estos complicados años.
Sanxenxo se ha convertido en un anclaje emocional, un viejo aliado, para Don Juan Carlos. Junto al mar, encuentra serenidad y conecta con su país desde un entorno amigable y familiar. Al mismo tiempo, le permite seguir activo a sus 87 años y calmar el pulso en medio del vendaval que ha provocado la publicación en Francia de "Reconciliación", su libro de memorias que llegará a España el próximo 3 de diciembre. Por su parte, la ría gallega le acoge con los brazos abiertos ofreciéndole lo mejor de la tierra: su brisa, su gastronomía y la hospitalidad de sus gentes.
El viernes disfrutó de una velada con amigos en la casa de Pedro Campos, donde se aloja cada vez que regresa a España, y el sábado pudo salir a navegar. La falta de viento retrasó la salida, pero finalmente, a las dos y cuarto del mediodía, partió del Real Club Náutico de Sanxenxo para seguir la regata desde una embarcación de apoyo.
Después de la entrevista inédita que concedió hace unos días a "Le Figaro Magazine", en unos días "France 3" emitirá otra entrevista grabada en Abu Dabi coincidiendo además con el 50 aniversario de su proclamación como rey.