Lujo
El espectacular joyero que hereda la nueva gran duquesa de Luxemburgo
Repasamos las colecciones de joyas que recibe Estefanía de Lannoy, una de las más espectaculares que se pueden encontrar en el continente.
El pequeño tamaño de Luxemburgo no es proporcional al enorme joyero que atesora la familia de los Grandes Duques y que María Teresa cederá a Estefanía de Lannoy este viernes. La familia Nassau ha ido adquiriendo a lo largo de las décadas espectaculares piezas que conforman uno de los tesoros más destacados de las monarquías reinantes en Europa.
Entre ellas, destaca por su espectacular tamaño la tiara imperio que llama la atención por sus once centímetros de altura, que la coloca entre las más bastas de las diademas del continente, junto con la Braganza de la familia real sueca, la de la flor de lis de los Borbones españoles o la floral de los Hannover. Parce que fue diseñada en 1829 para los duques de Nassau y su incorporación a la corona luxemburguesa se produjo en 1890, cuando la familia accedió al trono.
María Teresa ha llevado en muchas ocasiones esta pieza, pero no es su favorita. Para la gran duquesa saliente, la diadema más especial es la belga. Se trata de un diseño de Henry Coosemans que fue regalado a la duquesa Josefina Carlota por el banco francés Société Générale cuando se casó con el gran duque Juan. Este diseño, eso sí, no está exento de polémica, ya que estuvo a punto de subastarse en 2005, un gesto que no gustó a los súbditos luxemburgueses y provocó que el Gran Duque Enrique las compara, recuperándolas para el tesoro luxemburgués.
En aquella subasta también salieron a la venta otras joyas, como el collar/tiara de los diamantes del Congo o el chócker con una gran esmeralda cabujón que ha pasado a ser otra de las piezas favoritas de María Teresa. Y es que la colección de esmeraldas de la familia ducal es bastante espectacular. Además de ese collar, podemos encontrar algunos juegos de pendientes antiguos, una llamativa pulsera y, sobre todo, la tiara Art Decó creada por Chaumet, donde llama la atención una impresionante esmeralda cabujón y que se ha convertido en otro de los símbolos de los Grandes Duques.
Entre los juegos de joyas que tienen, destacan también el de citrinos, perlas y oro, o el de aguamarinas, que cuenta con un llamativo collar y un brazalete que se puede convertir en diadema.
Además, entre las tiaras encontramos otros diseños muy espectaculares, como la de zafiro y diamantes de la gran duquesa Adelaida; el chócker de esmeraldas y diamantes, de Chaumet, o la de las hojas de parra.