Eugenia de Borbón: la soprendente historia de la tiara que lució en el Baile de Debutantes

Eugenia de Borbón no recurrió al joyero familiar de los Franco para el Baile de Debutantes de 2024. Ni la tiara de perlas que lució su tía abuela Mariola en su boda con Rafael Ardid, ni el broche de diamantes que vimos en la de Nuria March con Jaime Martínez-Bordiú, ni el espectacular collar de esmeraldas que escogió hace casi una década su madre, Margarita Vargas, para una fiesta, ninguna de esas fueron las elegidas. La primogénita de los Borbón-Vargas optó por cumplir el protocolo (o las exigencias) de Le Bal y lució una tiara cedida por la compañía V Muse, patrocinadora de un evento que le sirve a la firma como escaparate de su espectacular colección de joyas.

Lo que vimos el sábado en la cabeza de Eugenia de Borbón fue una tiara que V Muse adquirió en 2018 en una subasta realizada en la casa Christie’s. Se trata de un diseño de la maison Boucheron realizado en 1935, en puro estilo Art Decó. En concreto, fue el lote 188 y se anunciaba como «Tiara/collar Art Decó de diamantes e imitación de diamantes», porque este es el gran secreto de la tiara: no todas las piedras que luce son buenas. De hecho, la central, que aparece de manera destacada en el grupo principal que corona este diseño, es falsa, como 21 otros diamantes más de la tiara. De cualquier manera, el remate de esta pieza rozó los 100.000 euros.

La tiara en cuestión se creó a mediados de los años 30 para lady Anne Norman, casada con el segundo barón de Aberconway. Se trata por tanto de una pieza de origen aristocrático que, además, se subastó en 2018 a la vez que otras importantes tiaras, como la tiara de la abuela del Rey Juan Carlos I, Luisa de Orleans. Esta pieza, de hecho, la lució en el baile del año pasado Ildiko de Habsburgo, y en esta ocasión no se ha sacado del archivo de V Muse. Es una espectacular pieza en diamantes cuya última propietaria fue María de la Gloria de Orleans y Braganza, prima del rey. Un diseño Belle Époque, de1905, que superó los 400.000 euros en Christie’s.

Al igual que el diseño que lució Eugenia, la tiara ya la habíamos visto antes. Y si el primero de Carolina Herrera lo estrenó su madre en la cena de gala con motivo de la boda de Alberto de Mónaco, en 2011, y ese mismo año lo vimos en el cuerpo de la actriz Renée Zellweger, la tiara apareció en Le Bal en 2022. En aquella ocasión fue Hélène de Orleans quien llevó la pieza, aunque en su versión de collar.

En un lugar tan republicano como Francia, todavía está muy presente la memoria monárquica y sus protocolos y no todas las invitadas pueden lucir las mismas joyas: parece que una pieza como esta estaba reservada ni más ni menos que para una «princesa» como Eugenia.

De hecho, fue la hija del pretendiente al trono de Francia quien tuvo el honor de inaugurar el baile. Ni la presencia de Apple Martin, hija de Gwyneth Paltrow, deslució la presentación en sociedad de la «heredera» del rey galo. Martin se «conformó» con un broche de diamantes y rubíes, regalado en 1905 por el archiduque Federico de Austria-Teschen (tío de Alfonso XIII) a su hija, María Anna, con motivo del nacimiento del príncipe Carlo Luigi. La aristocracia de Hollywood todavía no está al nivel del Viejo Continente.