Se habla de "derroche"
Los excesos de Charlène escandalizan Mónaco: así ha gastado 15 millones sin pudor
La mujer del príncipe Alberto de Mónaco ha sido señalada por utilizar mucho más dinero del que tiene asignado oficialmente. Incluso gastos en “prácticas peligrosas”
El príncipe Alberto de Mónaco ha sido traicionado por quien fuese su hombre de confianza, pero las consecuencias también las está pagando su mujer. El hecho de que el contable y mano derecha del soberano, Claude Palmero, haya tirado de la manta le ha dejado vendido frente al pueblo monegasco. Habla en el diario francés ‘Le Monde’ de una “caótica vida personal”, que repercute en la economía palaciega hasta el punto de que un buen montante del dinero va a parar a sus examantes y sus hijos nacidos fuera del matrimonio con la princesa Charlène. Pero el enfado del contable no solo ha dejado al príncipe en apuros, sino que también ha puesto en serios aprietos a su esposa, acusada de un derroche poco ejemplar.
Entre las muchas revelaciones que se han realizado y que dañan la imagen pública del príncipe Alberto de Mónaco, hay otros que apuntan exclusivamente a la princesa Charlène. Se la considera una persona víctima de sus caprichos y que lleva un tren de vida que el palacio casi no se puede permitir, pero que su marido se lo permite todo con tal de tenerla contenta. Así, Claude Palmero llega a sentenciar que la sudafricana se ha gastado en tan solo ocho años un montante que asciende a los 15 millones de euros. ¿En qué?
El contable que ha estado al servicio del príncipe Alberto de Mónaco, al igual que hizo con su padre, Rainiero, ha denunciado los excesos de Charlène. Por un lado, la princesa tiene su propia asignación oficial por ser miembro de la familia principesca, que en su caso son 1,5 millones de euros. Pero parece que esto se le queda corto, pues termina derrochando mucho más dinero. Por ejemplo, empleó 2,5 millones de euros en reformar su casa de vacaciones en Córcega o su despacho de Montecarlo. Pero también recibe pagos sin justificar de su marido que son muy altos, como en 2016 que se le transfirieron 70.000 euros o en 2020 cuando el pago fue de 171.000 euros. Y eso sin contar el dinero en efectivo que a veces le entrega, que puede llegar a los 5.000 euros, según denuncia el que fuese su mano derecha en las finanzas.
Pero también se acusa a la princesa Charlène de “prácticas peligrosas”. Se refiere a la predilección de la consorte por las niñeras en situación irregular en Mónaco, ya sean inmigrantes ilegales o con visas expiradas o que han entrado al país con pasaporte falso. Les pagaba 100 euros por día trabajado, a excepción de su chef privado, que cobra 300 euros por jornada. Al final, ocho empleados en esta situación especial que terminó con el enfado del contable, responsable de acomodar estos gastos en el libro de cuentas. Algo difícil, pues asegura que la cifra que bailaba en ocho años llegó a sumar los 15 millones de euros. Eso sí, él fue despedido acusado de “malversación de fondos”, de ahí su enfado y que haya decidido demostrar que él no ha hecho tal cosa, mientras que sus jefes quizá…
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