La impecable fachada de la familia real sueca acaba de agrietarse con una noticia tan incómoda como inesperada. Un antiguo trabajador cercano a los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia ha sido detenido en un caso que, por su gravedad y extensión, amenaza con convertirse en uno de los episodios más oscuros de la monarquía escandinava reciente. El diario Aftonbladet fue el primero en desvelarlo: un colaborador de absoluta confianza de palacio, invitado incluso a celebraciones familiares tan íntimas como el bautizo de uno de los nietos reales, está acusado de múltiples delitos de abuso y explotación sexual infantil.
El citado medio revela que una madre descubrió a su hija chatando con un desconocido a través de Snapchat, motivo por el que alertó a la Policía. La primera investigación dio como resultado un caso de pornografía infantil, con un sospechoso vinculado a la familia real sueca. Las pistas del teléfono de la joven condujeron hasta el acusado, identificando además a otras diez víctimas menores de edad. Las niñas tenían entre 7 y 14 años cuando el sospechoso contactó con ellas a través de la citada plataforma. En el registro domiciliario se encontraron más de 100 imágenes de pornografía infantil de más niñas que todavía no han sido identificadas. "Simplemente los manipuló. Les envió corazones y halagos y los convenció para que le enviaran fotos suyas. Un caso clásico de manipulación", ha dicho el fiscal Tomas Engman a los medios.
Los hechos habrían ocurrido entre el 1 de enero de 2020 y marzo de 2023, tiempo en el que el hombree estuvo trabajando para la Casa Real sueca.
