La familia real de Bélgica acaba el Camino de Santiago: 764 kilómetros en siete años

La familia real de Bélgica siente especial predilección por España y ha vuelto a confiar en nuestro país para sus planes de ocio. Así lo han dado a conocer ahora que han terminado el Camino de Santiago junto a sus tres hijos, a través de una colección de imágenes. Exhaustos por la larga caminata, cargada de buenos momentos familiares y de recogimiento personal en sus propios pensamientos, la familia unida ha posado ante las cámaras al llegar a la meta.

Los reyes Felipe y Matilde de Bélgica, acompañados de tres de sus hijos, pues faltaba la princesa Elisabeth, la heredera al trono belga, han querido así seguir cumpliendo con lo que viene siendo ya una tradición para ellos. La iniciaron en 2017, cuando se propusieron hacer el Camino de Santiago y este miércoles, en plena Semana Santa, siete años después de fijarse este reto, estos peregrinos reales han terminado su última etapa.

La familia real de Bélgica finaliza el Camino de Santiago

Los reyes de Bélgica y sus tres hijos menores se han convertido en peregrino experimentados y se conocen a la perfección el Camino de Santiago. Así, han terminado todas las etapas que se habían propuesto hasta llegar al fin a la plaza del Obradoiro, donde han posado cansados pero radiantes de felicidad con la catedral como telón de fondo. Una instantánea típica para los que se aventuran a realizar la peregrinación y llegan a meta tras acabar el itinerario francés, de 764 kilómetros que comienza en Sant Jean Pied de Port.

“Como miles de personas, la familia real ha tomado la costumbre desde 2017 de caminar una parte del Camino de Santiago de Compostela en Pascua. Este año termina su periplo y han llegado a su destino final: la plaza de Santiago de Compostela y su magnífica catedral”, informaban desde el gabinete de comunicación del palacio belga. Así daban a conocer al mundo del hito que han marcado los soberanos y sus hijos, cinco peregrinos de sangre real que han querido realizar un viaje austero, alejados del glamour y el lujo que rodea a otros miembros de las casas reales europeas estos días en sus vacaciones privadas por Semana Santa.