Elegancia

Felipe VI se corona en Wimbledon como el rey con más estilo

Ha ido escalando puestos entre los elegantes de la realeza y ahora ya pone en jaque a Carlos III

El Rey Felipe VI en Winbledon
El Rey Felipe VI en WinbledonGTRES

La victoria de Alcaraz en Wimbledon el pasado domingo no solo nos dio una alegría para el deporte español. Fue también la ocasión en la que Felipe VI, a los ojos de los millones de espectadores que en esos momentos veían la televisión, se convirtió en el protagonista de muchos comentarios que alababan su elegancia. Y es que, con el paso de los años, nuestro Rey ha conseguido ir escalando posiciones en esta lista de elegantes y ahora ya puede mirar por encima del hombro al mismísimo Carlos III.

Siempre se puede decir que de herencia le viene al galgo. Lo cierto es que Felipe VI siempre ha tenido en su padre, Don Juan Carlos I, un gran ejemplo a seguir. Ya fuera con un «look» deportivo o con un traje y una corbata de Hermés, el emérito también era un icono de elegancia masculina. Pero ahora es el turno de Don Felipe y parece que está dispuesto a conseguir el número 1 para España.

En el All England Club vimos al Rey hecho todo un pincel. Cuando un hombre no tiene claro cómo debe acudir a un evento deportivo en el que se exige cierta etiqueta, siempre podrá recurrir a ese «outfit». Combinó una americana azul claro, perfecta para un día de calor, con una corbata algo más oscura. Como acostumbra, la acompañó de un nudo cuatro en mano, que le da cierta informalidad restando por tanto seriedad al conjunto. Además, lució una camisa de cuadros, que aportaba un toque sport, lo que convertía a todo el estilismo en un «match point» con el que ganar el partido.

El cariñoso abrazo entre Carlos Alcaraz y Felipe VI tras su triunfo en Wimbledon
El cariñoso abrazo entre Carlos Alcaraz y Felipe VI tras su triunfo en WimbledonTwitter

Ese «look», de hecho, ha sido muy alabado por Derek Guy, colaborador de medios como «Business of Fashion» o «The Washington Post», que ha alabado en sus redes sociales la sastrería clásica y elegante por la que apostaba Felipe VI. El impacto de estos comentarios ha sido tal que hasta el propio hijo de Jaime Gallo, el sastre de cabecera del Rey hasta su fallecimiento en 2015, le escribió unas líneas a Guy para darle las gracias e informarle que el responsable de esos «looks» impecables era su padre. El propio periodista lo reconocía en Twitter el pasado miércoles.

Un estilo propio

Esta semana también tuvimos la oportunidad de disfrutar del estilo del Rey en los Premios Mariano de Cavia. Allí nos volvió a dar una lección de cómo se debe de llevar un esmoquin. En este caso, y pese al calor, apostó por un diseño con chaqueta cruzada y seis botones. Demostró de esta manera que es la gran referencia de las cortes europeas a la hora de saber llevar uno de los trajes con más alta etiqueta. El estilo del Rey es clásico. Se permite menos frivolidades, por ejemplo, que Carlos III, que es heredero del estilo de antepasados suyos como el duque de Windsor, aunque poco a poco vemos que don Felipe va demostrando en los actos públicos que la moda le interesa. Si el británico a veces ha sorprendido con zapatos con agujeros en la suela o es un fanático de las chaquetas cruzadas, la raya diplomática y los pantalones anchos, el español, en cambio, busca pasar más inadveritdo, pero siempre acertando en todo lo que hace. El propio Guy reconocía cómo los pantalones le quedan perfectos, cómo el corte de la chaqueta, que siempre es el indicado, y cómo está todo medido hasta el último detalle, llegando incluso a tener alineados los picos de la camisa con los de las solapas de las chaquetas.

Pero tampoco debemos dejarnos caer en el engaño, pensando que en el «look» del Rey no encontramos alguna que otra licencia que puede hacer las delicias de todos aquellos que buscan algo más en el estilo de un hombre. Así, si por ejemplo el hijo de Isabel II se decanta por los pañuelos de estampados imposibles, el bisnieto de Alfonso XIII prefiere hacerlo con las joyas. Recientemente ha sido noticia por las espectaculares botonaduras de piedras preciosas que ha lucido. Por ejemplo, el año pasado en la cena en la Fundación del Círculo del Liceo de Barcelona, lució las que le regaló el príncipe Dimitri de Yugoslavia con motivo de su boda. Se trataba de un conjunto en oro amarillo combinadas con amatistas, topacios azules, peridotos, citrinos, zafiros, esmeraldas, rubíes y diamantes. En Alemania, ese mismo año, optó por otro juego, en este caso en oro amarillo y rubíes en forma de flor. Esto es un claro indicativo de que cada vez se está permitiendo más licencias en su armario y que está consolidando un estilo que destaca entre el resto de reyes de la Vieja Europa.