En vídeo

Funeral del Papa Francisco: el saludo de Donald Trump a los Reyes Felipe y Letizia

El presidente estadounidense y el monarca español se han sentado juntos. Sus mujeres se han saludado con más discreción y menos pasión

El mundo entero ha dirigido su mirada este sábado 26 de abril al Vaticano, donde se despide al Papa Francisco. El Pontífice perdió la vida el pasado lunes a consecuencia de un ictus cerebral y líderes mundial de todos los países han acudido a presentar sus respetos, ocupando destacadas posiciones en la Plaza de San Pedro de la pequeña ciudad-estado. Ante el incesante goteo de personalidades y nombres propios, las escasas ausencias han sido sonadas. Pero han pasado desapercibidas gracias a las notas de color que se han vivido durante la ceremonia.

Entre ellas, el saludo que se ha producido entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, así como su esposa, la primera dama Melania, a los Reyes de España, Don Felipe VI y Doña Letizia. El soberano patrio y su consorte han encabezado la delegación española que se ha desplazado para despedir a Su Santidad. Faltaba Pedro Sánchez, que ha causado baja, optando como presidente ceder el testigo a sus incondicionales María Jesús Montero, Yolanda Díaz y Félix Bolaños. También el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. El presidente del Gobierno español ha dejado pasar la oportunidad de estrecharle la mano a su homólogo estadounidense.

Trump Vatican Pope
Trump Vatican PopeASSOCIATED PRESSAgencia AP

El encuentro de Donald Trump y los Reyes Felipe y Letizia

Los Reyes de España se han sentado al lado del líder estadounidense, en primera fila de la ceremonia. Tan solo les separaba el presidente de Estonia, Alar Karis, que ha mediado entre ambos a lo largo de todo el acto. El orden de posición no es casual, pues se ha establecido de manera rigurosa respetando el orden alfabético para evitar conflictos diplomáticos o agravios comparativos.

El momentazo ha llegado cuando las cámaras de televisión han captado el momento en el que el Rey Felipe le estrecha la mano a Donald Trump. Así se funden en un firme apretón, con determinación y claras intenciones, mientras que el saludo de sus respectivas esposas ha sido más corto, discreto y sin mayores pretensiones. No es la primera vez que sus caminos se cruzan, pero sí la primera desde que el magnate ocupa de nuevo el Despacho Oval de la Casa Blanca y tras poner en jaque el mundo con sus aranceles.