La reina Sonia recibe el alta hospitalaria

Noruega atraviesa momentos delicados en el seno de su familia real. A los recientes titulares sobre Marius Borg, el hijo de la princesa Mette-Marit, y la constante preocupación por la salud del rey Harald, se suma ahora un nuevo motivo de inquietud: la reina Sonia, de 87 años, tuvo que ser hospitalizada de urgencia tras experimentar serias dificultades para respirar. Sin embargo, ya ha sido dada de alta, aunque tendrá que continuar su recuperación en casa, por lo que su agenda oficial para el resto de la semana ha sido cancelada.

El incidente tuvo lugar mientras la pareja real disfrutaba de unos días de descanso en la cabaña del príncipe en Sikkilsdalen, en plena naturaleza noruega. La situación, aparentemente repentina, obligó a activar todos los protocolos de emergencia. Sonia fue trasladada en una ambulancia aérea hasta el hospital de Oslo, donde fue ingresada bajo estrecha vigilancia médica.

Malestar en las vacaciones de Pascua

La propia Casa Real se encargó de confirmar la noticia, aunque sin dar muchos más detalles sobre el diagnóstico. Según recoge el periodista especializado en realeza José Moreno, el comunicado oficial quería subrayar que el traslado se produjo "en el marco de sus vacaciones de Pascua", pero lo cierto es que el tono reservado de la institución hizo que se encendieran todas las alarmas.

No es la primera vez que la salud de la reina Sonia genera preocupación. A principios de año, en enero, ya tuvo que ser ingresada por sufrir palpitaciones irregulares mientras practicaba esquí. Entonces, el diagnóstico derivó en la colocación de un marcapasos. Aunque aquella situación fue tratada con cierta tranquilidad, ahora el contexto es más incierto, dada la edad de la monarca y la gravedad de los síntomas.

Por el momento, no se ha emitido ningún parte médico más allá de lo comunicado por la Casa Real. Se espera que en las próximas horas se pueda ofrecer más información sobre su evolución, aunque el hermetismo es habitual en estos casos. En Noruega, el país permanece expectante ante cualquier novedad sobre una figura muy querida por la población, que ha estado al lado del rey Harald durante más de seis décadas.