
Sin perdón
Harry y Meghan Markle, disgustados por el banquete de Estado de Trump en Windsor: "Una traición"
La pompa, los apretones de manos, los cumplidos... Para ellos, equivale a inclinarse ante un hombre que los ha insultado durante años

El 17 de septiembre Windsor recibió a Donald Trump con un banquete de Estado histórico organizado por el rey Carlos III y la reina Camila. La cena, ofrecida en el emblemático Salón de San Jorge, contó con unos 160 invitados, incluidos líderes políticos, empresarios y figuras culturales destacadas como Tim Cook y Rupert Murdoch. En una mesa de casi 43 metros se sirvió un menú de alta cocina con platos tan sofisticados como panna cotta de berros de Hampshire con galletas de parmesano, ballotine de pollo con calabacines y un postre francés llamado bomba glacée, con helado de vainilla y sorbete de frambuesa. Además, una amplia selección de vinos y espirituosos, incluido un oporto añejo de 1945 en honor a Trump, el 45º presidente de Estados Unidos.

Trump compartió mesa entre el rey Carlos III y la princesa de Gales, y pronunció un discurso sobre la alianza entre el Reino Unido y Estados Unidos. La monarquía británica honró al invitado con todos los honores de Estado. Desde la distancia, el príncipe Harry no celebró este fastuoso evento, más bien se sintió traicionado por la sutil indirecta que lanzó hacia él y su esposa, Meghan Markle.
Trump agradeció a Carlos III su bienvenida y le felicitó por sus logros, incluyendo a su "extraordinario hijo", el príncipe de Gales. Al no mencionar al duque de Sussex, el presidente estadounidense, quien mantiene un desacuerdo con el príncipe "exiliado", avivó aún más su enfado, quien, según una fuente cercana a la pareja, habría descubierto con disgusto el contenido de su discurso.

El periodista Rob Shuter declaró en su cuenta de "Substack", citando una fuente californiana: "Harry y Meghan no pueden creer lo que ven sus ojos. La pompa, los apretones de manos, los cumplidos... Para ellos, equivale a inclinarse ante un hombre que los ha insultado abiertamente durante años". Respecto a las palabras de Donald Trump sobre el príncipe William, la fuente continuó: "Fue una indirecta, sin duda. Ver a la familia reírse con él les hizo sentir traicionados". Finalmente, un amigo de los Sussex añadió: "Harry y Meghan no olvidarán esta velada ni el mensaje que transmitió". Esto garantiza que la relación entre la pareja de Sussex y el político no mejorará con el tiempo.

La presencia de Trump en el Reino Unido provocó también la ira de los británicos, que, además de convocar una manifestación contraria a la visita, recordaron el caso Epstein proyectando una foto del presidente y el traficante sexual en las torres del castillo de Windsor.
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