Harry prepara una reconciliación histórica con Carlos III y William en los Juegos Invictus 2027

El Príncipe Harry, duque de Sussex, parece dispuesto a dejar atrás los años de tensiones con la Familia Real británica y reescribir el relato con una invitación cargada de simbolismo. Según ha revelado en exclusiva el "Mail on Sunday", el hijo menor de Carlos III está dispuesto a invitar tanto a su padre como a su hermano, el príncipe William, a los Juegos Invictus 2027.

Más que un gesto deportivo, se trata —-según fuentes cercanas- del "primer intento serio" del príncipe en años por sanar las heridas familiares. La cita tendría lugar en Birmingham entre el 12 y el 17 de julio de 2027. El dato no es casual: el último día de competición coincide con el 80º cumpleaños de la Reina Camila, detalle que añade una carga emocional y protocolaria a un evento ya de por sí complejo. La diplomacia real no se improvisa.

Invitación oficial

El plan de Harry, por ahora en fase preliminar, incluye un correo electrónico informal a enviar en las próximas semanas y una invitación oficial más adelante. Y aunque el gesto ha sido leído como una auténtica "rama de olivo", las reacciones no se han hecho esperar. Ingrid Seward, veterana analista de asuntos reales, ha recordado que "el gran obstáculo sigue siendo la desconfianza del Rey, que teme que cualquier conversación privada vuelva a convertirse en contenido público".

Katie Nicholl, otra voz autorizada del círculo real, ofrece una visión más optimista: "Carlos III quiere profundamente recuperar la relación con su hijo y conocer mejor a sus nietos. Si hay una oportunidad para ello, esta podría ser".

Claro que no todo es tan simple en la maquinaria de Buckingham. Las agendas se diseñan con años de antelación, y el aparente gesto conciliador de Harry podría generar dolores de cabeza a los asesores reales, que deberán cuadrar calendarios en plena celebración del cumpleaños de la Reina Consorte.

Y por si faltara morbo, la gran incógnita: ¿vendrá Meghan Markle con Archie y Lilibet? Recordemos que Harry ha sido tajante: no regresará al Reino Unido con su familia sin una garantía de protección policial total. Un conflicto aún sin resolver que podría empañar este aparente camino hacia la reconciliación.

Por ahora, no hay confirmaciones oficiales. Solo una intención que, de concretarse, podría marcar un nuevo capítulo -más amable- en la siempre intensa saga de los Windsor.