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El joyero de la Infanta Elena: herencias y una sorpresa

Descubrimos el broche más especial de la hermana de Felipe VI. Así son las joyas de la Borbón que más saca partido a la herencia familiar y a los regalos durante su matrimonio

La infanta Elena en la misa por Constantino con el collar de Bulgari y el broche, de los sevillanos Shaw que se pensaba que era de Hermès
La infanta Elena en la misa por Constantino con el collar de Bulgari y el broche, de los sevillanos Shaw que se pensaba que era de HermèsGtres

Si la semana pasada descubríamos el verdadero origen del broche de la Reina Sofía atribuido al diseñador Sterlé hasta la publicación del artículo de LA RAZÓN que lo desmentía, ahora este periódico puede asegurar que el origen de uno de los más característicos de la infanta Elena, el llamado broche de Hermès, no pertenece en realidad a la firma francesa.

Las claras referencias al mundo equino que tiene este diseño, han hecho que históricamente se atribuyera su creación a la maison parisina. Esta, de hecho, siempre presume de tener al caballo como su primer cliente, pero en este caso al menos, la que no es cliente es la infanta Elena. «El tema de los motivos de caballo es muy antiguo en nuestra casa», asegura Carlos Shaw, tercera generación de la joyería sevillana Shaw, situada desde 1959 en la mítica Plaza Nueva de la ciudad hispalense. «Aquí nosotros hemos hecho varias veces tanto este broche como llaveros de herraduras en oro. No tiene nada que ver con Hermès».

Se trata por tanto de una producción española de origen sevillano, lo mismo que el mencionado broche (ex) Sterlé. «Creo que fue un regalo que le hizo el rey a su hija en los años 90. Hay que recordar que ella es muy aficionada a las caballos», recuerda el nieto de Antonio Shaw, fundador de esta joyería que durante los años 60 y 70 fue, además de una referencia en nuestro país, un proveedor de joyas para la casa real y la alta sociedad del momento.

La infanta Elena en 2004, con rubíes y diamantes en la boda real de Dinamarca con tiara Marichalar, obra de la casa Ansorena
La infanta Elena en 2004, con rubíes y diamantes en la boda real de Dinamarca con tiara Marichalar, obra de la casa AnsorenaGtres

El diseño no es ciertamente una de las piezas más espectaculares del joyero de doña Elena, que ha acumulado durante su vida un buen tesoro, pero sí una de las más especiales por esa afición tan conocida que tiene a la hípica y que motivó que incluso se construyera una pista para montar en el palacio de la Zarzuela: «Es un broche que representa un bocado de caballo, una cadenita, un estribo y una espuela, todo realizado en oro de 18 quilates».

Afición de Doña Sofía

Lo cierto es que la infanta Elena se está destacando en los últimos tiempos por ser una de las mujeres de la familia del rey que más está sacándole partido a su alhajas, como bien señaló el experto en las joyas de la familia real, David Rato, autor del perfil de Instagram Spanish Royal Jewels, que llegó a repasar algunas de las piezas más destacadas de la infanta. Entre ellas estaba el collar con el que recientemente la hemos visto en la boda de Victoria López-Quesada y que forma parte de su aderezo de diamantes y zafiros montados en oro amarillo, o su choker de diez hilos de perlas con placa de diamantes, que escogió para el enlace en Grecia de su prima Teodora. Muchas de estas piezas son de origen desconocido y se creen que pueden ser regalos recibidos con motivo de su matrimonio con Jaime de Marichalar, como es el caso de un llamativo «parure» formado por collar, pendientes, pulseras y anillo de piedras multicolor que la hemos visto combinar con otra de sus piezas estrella: la tiara de la familia Marichalar, una doble diadema de inspiración helénica creada por Ansorena y que posiblemente, tras su separación, se quedara en la casa de los condes de Ripalda.

La infanta Elena con el choker de filas de rubíes y cierre de diamantes, atribuido a la firma Ansorena
La infanta Elena con el choker de filas de rubíes y cierre de diamantes, atribuido a la firma AnsorenaLa Razón

Las grandes casas internacionales también tienen su eco en el joyero de la infanta Elena. Posee desde 1995 un maravilloso juego de Chaumet formado por collar, pendientes y brazalete. Pertenece a la línea «Tsouka» de la firma parisina y está realizado en oro, rubíes, esmeraldas, diamantes y zafiros. Un juego similar salió a subasta en Bonhams el año pasado por un precio estimado que superaba los 150.000 euros.

De la firma Cartier, la hermana de Felipe VI posee un collar de tipo negligé en diamantes, una pieza llamativa, pero no tanto como el choker que Rato atribuye a la firma Ansorena,. Se trata de un diseño con siete filas de rubíes separados por líneas de diamantes y que se cierran en un espectacular broche de diamantes. Este último, además, es desmontable, otorgándole bastante versatilidad a la pieza.

La infanta Elena con la tiara de los Marichalar y collar de gemas multicolor
La infanta Elena con la tiara de los Marichalar y collar de gemas multicolorAgencia EFE

La colección de la duquesa de Lugo está formada por un grupo tan amplio de joyas que, incluso, tiene algunas con polémica, como son sus dos broches moretti de la joyería veneciana Nardi. Al parecer, y según afirma el autor de Spanish Royal Jewels, fueron un regalo de su exmarido, que a todas luces era un hombre con buen gusto y muy entendido en el mundo del lujo. Los estrenó el día del bautizo de su hija y, por desgracia, últimamente no suele recurrir mucho a ellos, posiblemente por el revuelo que se ha generado cuando otros miembros de la realeza europea han llevado piezas similares.

El aderezo de turquesas y oro, la espectacular colección de perlas (una afición heredada posiblemente de su madre, otra apasionada de estas joyas); el demi-parure de diamantes o el brazalete de esas mismas piedras, una pieza muy llamativa por su tamaño, son otros de los tesoros que guarda en su joyero la infanta Elena, lo que la convierte en una de las mujeres más destacadas si hablamos de joyería en la familia real. Una mujer que sabe defender como pocas las joyas más espectaculares, ya sea un broche de caballos o un choker de diamantes.