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Sorprendente

Juan Carlos I conquista Oyster Bay: el Bribón lidera el Mundial de 6 Metros

El monarca encabeza la clasificación en Nueva York y, entre regatas, cenas y homenajes, se convierte en protagonista indiscutible de un torneo donde deporte y vida social se entrelazan

Don Juan Carlos, en plena competición CEDIDA

El histórico Seawanhaka Yacht Club de Oyster Bay, en Long Island, ha sido testigo esta semana del regreso triunfal del rey Juan Carlos I al frente del Bribón, su inseparable velero. A sus 86 años, el padre de Felipe VI no solo sigue compitiendo en la élite de la vela, sino que ha colocado a su equipo en lo más alto del Mundial de 6 Metros. "Ha sido una pelea dura, pero gracias a Dios ganamos. Estamos muy contentos, aunque todavía queda mucho trabajo por delante", resumía tras dos victorias consecutivas que lo consolidaron como líder de la clasificación.

La cita arrancó el lunes con un panorama desolador: ausencia total de viento, embarcaciones en tierra y regatistas matando las horas en los jardines del club. Lejos de incomodarse, Don Juan Carlos aprovechó el parón para revisar su teléfono y atender a quienes se acercaban emocionados a saludarle. Su presencia causó auténtico revuelo en un entorno acostumbrado a apellidos ilustres como los Vanderbilt, pero poco habituado a la visita de reyes.

El martes, con la llegada del viento, la competición se transformó. El Bribón comenzó a escalar posiciones y el jueves ya lideraba la tabla. Con cinco puntos, aventaja en seis al Jill de Alessandro Maria Rinaldi y mantiene a raya al Flapper de Thomas Kuhmann. El equipo francés, uno de sus grandes rivales, se retiró tras un problema estructural, para pesar del monarca, que lamentó perder la “pelea” con unos contrincantes a los que llama amigos.

El Bribón, con Don Juan Carlos a bordoCedida

Más allá de la competición, Don Juan Carlos ha sido el centro de todas las miradas. La inauguración del torneo estuvo marcada por la entrega de la copa que lleva su nombre, diseñada bajo su supervisión y que este año se otorga por primera vez. La fotógrafa oficial del campeonato acumula ya cientos de imágenes en las que aparece sonriente, en cenas, entrenamientos o reuniones informales, casi siempre acompañado por su inseparable Pedro Campos.

La gran ausente, en cambio, ha sido la Infanta Elena, inscrita en la regata pero sin rastro en la vida social del evento. Un detalle que ha alimentado la conversación en los corrillos, igual que la paradoja de que el Rey no figure en el registro oficial de la competición en la web del torneo.

El ambiente social es, de hecho, otro de los grandes atractivos de la cita. "Estoy impresionado con la lista de participantes y con el hecho de que esté el Rey de España, para nosotros es un honor", señalaba William Mooney, presidente del club, encantado con la mezcla de entrenamientos, carreras y largas veladas compartidas entre copas de vino.

Este viernes se sabrá si finalmente el Bribón logra revalidar el título conquistado en 2023 en la isla de Wight. Para Don Juan Carlos, la regata es mucho más que un desafío deportivo: es la prueba de que, incluso lejos de España, sigue siendo capaz de acaparar todas las miradas, sobre el mar y fuera de él.