Nueva etapa

Kate Middleton gana su pulso más íntimo: así ha impuesto su visión sobre el futuro de sus hijos en la educación

Tras un año marcado por la enfermedad y las dudas sobre la tradición, los príncipes de Gales se preparan para un cambio histórico que reconfigura la formación de los herederos

Foto del príncipe George hecha por Kate Middleton para su cumpleaños
Foto del príncipe George hecha por Kate MiddletonInstagram

El calendario avanza hacia el final de un año que la Casa Real británica difícilmente olvidará. Tras meses convulsos en los que dos de sus miembros más visibles han librado batallas de salud, el país parece respirar con alivio. Kate Middleton, que a sus 43 años ha anunciado que se encuentra en remisión completa de su cáncer, emerge ahora con una fortaleza renovada. Y con ella, también una determinación férrea para definir el futuro de sus tres hijos. La Pprincesa de Gales acaba de ganar otra batalla silenciosa, pero profundamente simbólica: la de su educación.

La prensa británica, siempre alerta ante los movimientos en Kensington, confirma que ya hay decisión tomada. El príncipe George, segundo en la línea de sucesión, acudirá el próximo curso a Marlborough College, el mismo centro donde estudió su madre. Una elección que no solo elude la tradición, sino que la desafía frontalmente.

Colegio mixto

Durante generaciones, Eton College ha sido una suerte de institución sagrada para los Windsor. Por sus muros han desfilado reyes, príncipes y futuros monarcas. Pero hay un matiz que Kate considera innegociable: Eton sigue siendo un colegio exclusivamente masculino. Para una mujer que ha vivido su año más vulnerable rodeada del apoyo incondicional de sus hijos, la idea de separarlos en centros distintos resulta del todo inasumible.

Kate Middleton junto a sus hijos George, Charlotte y Louis
Kate Middleton junto a sus hijos George, Charlotte y LouisGtres

Para Kate, la unión familiar no es una consigna sentimental, sino una brújula que guía cada una de sus decisiones. Desde el momento de su diagnóstico, dejó claro que sus hijos serían su prioridad y que cualquier decisión sobre su futuro pasaría por preservar esa cohesión que considera esencial. Y, aunque el debate divide a los británicos -no todos están dispuestos a ver cómo se quiebra una tradición centenaria-, en Marlborough parecen ya preparados para recibir al joven príncipe.

Según ha revelado The Telegraph, padres de alumnos habrían recibido notificaciones discretas que apuntan a la inminente llegada del heredero. La columnista Sophia Money-Coutts, una de las voces más informadas del círculo aristocrático, ha asegurado que la decisión está tomada, aunque el Palacio de Kensington, fiel a su estilo, no ha emitido confirmación oficial. No la habrá hasta septiembre, cuando George inicie su vida escolar en secundaria.

El movimiento no solo consolidaría la preferencia de Kate por un centro mixto -al que también podrían asistir Charlotte y Louis en un futuro cercano-, sino que simplificaría considerablemente los despliegues de seguridad, como han señalado expertos en realeza. Una logística con tres hijos en tres escuelas distintas resultaría poco viable incluso para la maquinaria real.

Mientras tanto, Guillermo continúa el legado de su madre, la princesa Diana, en otra faceta educativa: la emocional. Su implicación en la organización Centrepoint, dedicada a apoyar a jóvenes sin hogar, será compartida por George, a quien planea introducir en esta labor social clave en la identidad del heredero.

Un cambio de escuela, un gesto de continuidad solidaria y una madre que vuelve a levantar su voz. La nueva era de los príncipes de Gales ya está aquí. Y es, sin duda, la más personal hasta ahora.

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