Mary Donaldson, reina del relleno, ¿se ha excedido?

Mary Donaldson es otro caso más de resultados estéticos con falta de naturalidad y cambio radical de la armonía genética del rostro. Mira que me da pena que la mayoría de las veces nos toque hablar de los pésimos ejemplos de efectos exagerados y antinaturales de los tratamientos médico estéticos, porque no ayudan precisamente a destacar las bondades del sector.

La reina de Dinamarca era de las pocas «royals», junto con Matilde de Bélgica, que no había sido tentada por los excesos o abusos en lo que a tratamientos médico estéticos se refiere. Como siempre digo, lo que no haces con 30 lo haces a los 50 y más. De golpe y así, con todo.

Diría que se trata de una distorsión sobre la percepción que tiene de sí misma ante el espejo, causada por lo que se viene llamando «la tiranía de la imagen», que está haciendo estragos entre muchas mujeres con una fuerte exposición pública, en este caso amplificado por una más que probable infidelidad.

Se puede conseguir una frente lisa, borrar las patas de gallo y levantar la cola de la ceja para abrir la mirada con resultados naturales y sin perder expresividad. Todo depende de la pericia y el sentido estético del experto.

Su figura si sigue siendo de 10, aunque quizá también se excede con su obsesión por la delgadez. Estaría más guapa y natural con algún kilito más. Pero lo peor es la pérdida de frescura de su rostro, ahogada en un exceso de ácido hialurónico que no necesitaba.

A medida que envejecemos, experimentamos una disminución en los volúmenes y la firmeza de la piel. Es importante cambiar la noción de que los rellenos faciales se utilizan simplemente para estirar la cara. En realidad, se emplean para realzar zonas donde hemos perdido volumen debido a la reabsorción ósea. Con el paso de los años, el envejecimiento es inevitable, por lo que es esencial recurrir a enfoques multidisciplinarios para tratar al paciente. Esto implica la combinación de láseres, dispositivos de energía e inductores de colágeno para restaurar tanto los volúmenes como la calidad de la piel.

La clave para lograr resultados estéticos óptimos radica en abordar ambos aspectos de manera integral, en lugar de depender únicamente de rellenos faciales, lo cual puede generar complicaciones.

Si nos fijamos en el tercio superior del rostro de la reina danesa, para rejuvenecer y relajar la expresión de la mirada, eliminando o suavizando las arrugas de expresión, no hay vuelta de hoja, el tratamiento único y el más demandado son los neuromoduladores y es el que ella habría utilizado.Una vez inyectados, interfieren con la transmisión nerviosa y bloquean la liberación de acetilcolina, produciendo una parálisis muscular. Su efecto relajante se produce entre los dos o cinco días siguientes, y el proceso culmina en diez o doce días. Los músculos alcanzan la máxima relajación en cinco o seis semanas, y comienza a desaparecer en dos o tres meses.

También en las cejas se aprecia el resultado de un microblading o tatuaje de cejas pelo a pelo para engrosarlas. Y si vamos al tercio medio del rostro, todo indica que se ha inyectado garrafas de acido hialurónico rellenando en exceso los pómulos. Con esto, es evidente que Mary Donaldson ha restado naturalidad a su imagen, provocando el efecto contrario al que ansiaba conseguir. La reina es de facciones finas y con este abuso ha conseguido cara de torta.

En el tercio inferior, para tensar la mandíbula, deben de haberle inyectado hidroxipatita cálcica para marcar la mandíbula y conseguir armonización. También ácido hialurónico sobre el labio superior para mejorar tanto el nasogeniano como las llamadas arrugas de marioneta. Se ha infiltrado también hialurónico en el labio superior para conseguir volumen. El cuello, que es la zona más sensible al paso del tiempo, lo mantiene intacto. ¿Y se habrá puesto invisalign para alinear sus dientes disparados por el estrés de los últimos tiempos?