
Joyas
Mary, poderosos diamantes en su primer año como reina
La Reina de Dinamarca cumple un año en el trono como consorte de Federico X sacando a la luz uno de los joyeros más brillantes de Europa

En el año que Mary Donaldson (o María de Dinamarca, como realmente deberíamos referirnos a ella) lleva como consorte del reino de Dinamarca, la australiana ha sabido continuar la estela de boato que marcó su predecesora, la reina Margarita, una fanática de la joyería, de la moda y de las pieles. La prueba más evidente de esta afirmación la pudimos ver a finales de 2024, cuando la reina decidió darle un nuevo aire a una de las joyas históricas de la corona danesa. De esta manera, vimos cómo transformaba un cinturón de diamantes en una sencilla tiara que, además, estrenó el 6 de diciembre.
Si bien la Corona Española no posee piezas importantes en propiedad y, por ejemplo, los belgas tienen un tesoro bastante breve, los daneses se encuentran entre las familias reales con uno de los legados de joyas más destacados. De hecho, lo tienen estructurado en tres partes: algunas de las joyas son propiedad de los miembros de la familia real, otras pertenecen a un fideicomiso y las más emblemáticas forman parte de lo que llaman propiamente las joyas de la corona. De esta última sección es de donde salían los diamantes que acabó transformando en tiara la reina María, sumando así una pieza más a la extensa colección que posee.
Durante su año de reinado ha dejado claro que disfruta y sabe lucir las joyas que posee la familia Glücksburg y la hemos podido ver estrenar muchas de las piezas que estaban destinadas únicamente para la reina. Eso sí, para la ceremonia de proclamación de Federico como rey el 14 de enero de 2024 recurrió a su set de rubíes, una herencia que recibió al comprometerse con el entonces príncipe y que conforman uno de los juegos más espectaculares en su joyero. Ese día la vimos con el broche, la pulsera y los pendientes, una opción relativamente discreta que dejaba todo el protagonismo a su marido. Del pecho le colgaba la venera con el retrato de la reina Margarita. La tiara, una de sus favoritas y valorada en más de cuatro millones de euros, no la volvió a usar hasta el 6 de mayo, en su visita a Estocolmo, cuando también lució el collar de rubíes, en su versión más comedida.

Hubo que esperar hasta abril, eso sí, para los nuevos retratos oficiales. Para esa ocasión, María de Dinamarca recurrió a las piezas más importantes de su joyero, el juego de esmeraldas, un diseño de 1840 que es la estrella de las joyas de la corona y que, además, es una de las más antiguas, ya que algunas de las piedras datan de un regalo que hizo el rey Cristian VI a su mujer, Sofía Magdalena en 1723. El pasado 1 de enero volvió a recurrir a esta tiara para el primer acto oficial del año 2025.
Retratos con diamantes
En la fotografía oficial la podemos ver también con la venera con el retrato de su marido, una miniatura realizada por el artista británico Tom Mulliner, que está rodeado por dieciocho antiguos diamantes. Es otra de las piezas históricas de la casa danesa, ya que su origen se remonta a la emperatriz Amelia de Brasil, que la dejó en herencia a su hermana, Josefina de Suecia, en 1873, llegando a la corona danesa a través de la princesa Lovisa.

Aunque, posiblemente, lo que todo el mundo esperaba con gran ansia era ver cuándo se atrevería María de Dinamarca a lucir la tiara de perlas del llamado set Poire. Se trata de una de las joyas más especiales, ya que se dice que es la favorita de Margarita de Dinamarca. El pasado 14 de mayo, en Oslo, la pudimos ver con ese fantástico diseño, el más famoso del fideicomiso de la familia. Es una diadema de 1820 realizada en Berlín para la princesa Luisa de Prusia que llegó a la familia real danesa a partir de 1869. El juego incluye, además de la preciosa tiara, un collar, unos pendientes, un corsage y un broche.
En su afán por desempolvar el joyero a su disposición, a Mary Donaldson también la hemos visto con la pulsera de la reina Luisa de Suecia y Noruega, un brazalete de 1850 que llevó este 6 de enero y que llevaba muchos años sin salir a la luz pública, dejando claro que María de Dinamarca está dispuesta a sacarle todo el partido a su joyero. Dinamarca busca brillar más que nunca (con permiso de Donald Trump).
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