
Jaula de oro
Un miembro de la familia real reconoce que el “infierno absoluto” reina en Buckingham
La nuera del duque de Kent, la actriz Lady Frederick Windsor, ha denunciado las nefastas consecuencias de la vida que llevan los royals

La familia real británica despierta mucho interés dentro y fuera de sus fronteras. Los miembros del clan real copan decenas de titulares por semana, muchos de ellos asociados a escándalos y polémicas que hacen tambalear los cimientos mismos de su institución. Llevan décadas al borde del abismo y parecen haberse acomodado en tan precaria situación, mientras gozan de otros muchos privilegios. Es la doble moneda de ser miembro de la realeza, que se vive en una jaula de oro, preciosa por fuera, pero llena de dificultades cuando se observa desde dentro. De esto bien lo sabe Lady Frederick Windsor, que ha reventado este cuento de hadas.
Meghan Markle no es la única actriz que ha entrado a formar parte de la familia real británica. También Sophie Winkleman, de 45 años, tuvo éxito en el mundo de la interpretación antes de entroncar con los Windsor. Salió en serie como ‘Dos hombres y medio’ o ‘Sanditon’, antes de contraer matrimonio en 2008 con Frederick Windsor, el único hijo del príncipe Michael de Kent y la baronesa Marie-Christine von Reibnitz. La ex intérprete conoce ambos mundos y califica de infierno lo que se respira y se sufre en palacio.
Lady Frederick de Windsor y el infierno de la familia real
Ella no ha dejado su trabajo en el set de rodaje por casarse con un príncipe. Su boda con el hijo de los duques de Kent fue todo un acontecimiento para la alta sociedad británica, punto de encuentro para la aristocracia y la realeza. Pero pronto regresó a Estados Unidos para continuar con sus proyectos cinematográficos, como participar en la última película de ‘Wonka’. Aun así, sigue de cerca el legado de su esposo, que será el próximo duque de Kent, mientras desempeña su trabajo como analista financiero, siendo director ejecutivo en JP Morgan Chase.

La incursión de la actriz en los ambientes palaciegos le ha hecho entender cómo es la vida para el núcleo duro de Buckingham. Su marido sale al balcón real a saludar al pueblo junto al rey Carlos III de Inglaterra o su heredero, el príncipe Guillermo. La propia Lady Frederick Windsor se apena de ellos, pues lejos de la felicidad de la que hacen gala en público, destaca que en la intimidad son víctimas de su propia condición real. Así lo mantiene en una entrevista concedida a ‘The Time’: “Cuanto más conozco a la familia real, más advierto que su vida es un infierno absoluto”, sentencia.
“El nivel de popularidad no deseada que deben soportar supone una forma de tortura. Ninguno de ellos ha buscado activamente la fama, no han ido a ‘Pop Idol’ u a otro reality. Tener un foco cegador sobre tu cara desde que naces, no saber en quién puedes confiar o si cualquiera de los que te rodea puede traicionarte, es brutal. Igual que soporta que se escriban mentiras sobre ti constantemente”, denuncia el calvario que vive la familia de su marido. Para ella no compensa lo que sufren Carlos III y la reina Camilla, o los príncipes de Cambridge Guillermo y Kate: “No creo que una vida con ese nivel de escrutinio público y presión sea remotamente saludable. Lo peor de todo es que no tienen otra opción”.
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