
Fiesta
Pablo Urdangarin rompe su silencio y cuenta cómo fue el cumpleaños de su abuelo, el Rey Juan Carlos I
Estuvo en Abu Dabi junto a su madre, su tía la Infanta Elena y algunos de sus hermanos y primos

El pasado 5 de enero, el Rey Juan Carlos I alcanzó los 87 años. Lo hizo en Abu Dabi, donde vive desde hace cinco años. Hasta allí se desplazaron muchos de sus seres queridos, desde amigos como Pedro Campos hasta familiares como las Infantas Elena y Cristina y algunos de sus nietos. Una celebración por todo lo alto en su mansión en la isla privada de Nurai, que incluyó un vistoso espectáculo de drones que dibujaron el rostro del monarca en el cielo nocturno de los Emiratos.
Una fiesta íntima y familiar de no más de 50 invitados y de la que cada vez se van conociendo más detalles. Pese a la discreción que suele exigirse a las gentes de su posición, el Rey, sus hijas y algunos de sus nietos posaron felizmente para la revista “¡Hola!”, que este miércoles llegó a los kioscos con un extenso reportaje sobre el cumpleaños de don Juan Carlos firmado por la francesa Laurence Debray, una de sus amigas y autora de una biografía que ahora parece paralizada.
“Está contento de haber pasado el Año Nuevo con sus hijas, en Abu Dabi, y aún más feliz de ver llegar a sus nietos, un grupo de jóvenes muy unidos, alegres y cariñosos con su abuelo, para celebrar su cumpleaños. Es el mejor regalo: estar rodeado del afecto de los suyos”, escribe junto a una serie de fotografías que dan buena muestra de lo bien que lo pasaron todos.

Ahora, es Pablo Urdangarin quien, más discreto que Debray, ha comentado con la prensa cómo fue el cumpleaños de su abuelo. “Estamos contentos, lo pasamos bien”, dice en pocas palabras. Sin embargo, no se atreve a confirmar si el reencuentro familiar en Dubai por el cumpleaños de su abuelo se convertirá en tradición y se repetirá el año que viene: “Ya veremos”.
Haciendo gala de la discreción que siempre le ha caracterizado, prefiere no desvelar qué le ha regalado a su abuelo porque “eso no se dice”, pero recalca que tanto él como el resto de su familia se encuentran perfectamente: “Estamos bien todos”.
En el aire queda cómo se habrá tomado don Felipe VI esta nueva exhibición de unión familiar de la que ha quedado al margen. Don Juan Carlos I lamentaba “su ausencia en silencio”, según Laurence Debray, resignado porque “no quiere, bajo ningún concepto, interferir en la vida de su hijo ni en el buen funcionamiento de la Corona”.
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