El príncipe Andrés vuelve a quedarse fuera en el Día de la Orden de la Jarretera

Ya en la coronación de Carlos III, el pasado 6 de mayo, en la Abadía de Westminster, el príncipe Andrés, al que se ha apodado "el hombre invisible", tuvo un papel discreto en el interior de la capilla y en todo el acto. Del palacio de Buckingham salía en un coche negro, sin nadie que le acompañara, y posteriormente se unía a su hija Eugenia en un coche para llegar hasta allí. Después acompañaba tanto a Eugenia como a Beatriz de York, su otra hija, y a Harry, el otro proscrito de la familia real británica en la procesión por el pasillo central. El hermano del rey vestía la Orden de la Jarretera, la más alta orden de caballería del imperio británico. Un atuendo que, durante el Jubileo de Platino de la reina Isabel en junio de 2022, no pudo usar.

El año pasado, durante la celebración del Día de la Orden de la Jarretera, uno de los más importantes para los Windsor, Andrés fue excluido de los actos. Sobre el duque de York pesan unas acusaciones graves: en febrero de 2022, el que fue hijo favorito de Isabel II llegó a un acuerdo extrajudicial para zanjar la demanda que Virginia Giuffre, que tenía 17 años cuando el príncipe la conoció hace dos décadas, presentó contra él por abuso sexual. Giuffre lo ha acusado públicamente y durante una década de violarla cuando era menor de edad en un encuentro organizado por el magnate pederasta Jeffrey Epstein, quien se suicidó en la cárcel mientras esperaba un juicio por tráfico sexual de menores y conspiración.

Este año, la decisión es la misma: Andrés estará exento de los actos de ese día, aunque sí se le permitirá acudir a Ascot. Tampoco se prevé que el día del Trooping the Colour presencie desde el balcón de Buckingham el desfile aéreo tradicional. Un momento reservado para los royal en activo.