El príncipe Carlos Felipe de Suecia y la peligrosa filtración de contenido sensible sobre él

El príncipe Carlos Felipe de Suecia nunca ha pasado desapercibido en su país y tampoco en el resto del mundo. Primero por su belleza, siendo siempre uno de los royals más apuestos de Europa, pero también por el escándalo que supuso la elección de Sofía como su esposa, por su controvertido pasado. Pero supo encontrar su hueco y mantenerse en un discreto lugar, dejando paso a que su hermana Victoria sea heredera al trono sueco.

Pero hay quien se ha fijado en él y le ha convertido en víctima de un delito que está provocando escándalo en Suecia. Desde Casa Real han mostrado su preocupación al conocer que el hijo del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia de Suecia ha sido víctima de un hackeo y que la información sustraída ha sido puesta a disposición de todos. Algo que ha alertado a las autoridades, al ponerse en riesgo a un miembro de la familia real sueca. Quizá no tanto preocupan los otros dos millones de afectados en el mismo golpe informático.

Jaque a la seguridad del príncipe Carlos Felipe

A través de lo que se ha definido como un “ataque informático”, se le ha podido “seguir el rastro” del hermano de las princesas Victoria y Magdalena de Suecia. “Las aventuras privadas de Carlos Felipe de Suecia”, lo venden ya desde la prensa italiana y otros rincones de Europa, tras haber quedado expuesto al mundo material privado. Un contenido que le fue sustraído el pasado mes de enero, pero del que se ha tenido constancia esta misma semana, junto a la del resto de los dos millones de víctimas usuarios de la aplicación deportiva Sportdmin.

Pero lo grave de la situación es qué información ha quedado expuesta al público. Lo que pone en peligro la seguridad del príncipe Carlos Felipe de Suecia es que todos pueden saber sus movimientos con precisión: dónde ha ido, qué recorrido ha tomado, en qué momento del día suele hacer esos trayectos, si lo hace a pie, en bici o en coche, pues también se incluye información sobre su actividad física y salud. Todo. Esos datos que se ofrecen sin preocupación a los gimnasios y aplicaciones de móvil “para gestionar los horarios, entrenamientos y competiciones deportivas de sus usuarios”.

“Se han filtrado sus sesiones regulares de ‘running’, con las rutas exactas que tomaba entre su residencia oficial en Djurggarden y el parque Skansen, así como los viajes del príncipe al extranjero”, se desvela desde el medio francés ‘Dagens Nyheter’. “Una tarde de marzo de 2025, un hombre salió a correr en un lugar pintoresco de la zona de Estocolmo. Se recorrieron aproximadamente siete kilómetros a ritmo de carrera. Toda la ruta fue registrada mediante GPS en un servicio de running digital. Allí, cualquiera puede ver exactamente por dónde va, la ruta para correr, cada giro… el hombre que salió a correr es el príncipe Carlos Felipe”, exponen el peligro que supone que esta información privada sea de dominio público.

Para cualquiera supone un peligro que se conozca a qué gimnasio va, en qué horario y qué trayecto realiza. Pero para el hijo de los reyes de Suecia quizá más. También por el hecho de que también se dispone de la información sobre su dirección de residencia, cuenta de correo electrónico y demás detalles que ahora están en las profundidades de la web oscura, a manos de los hackers. Se puede saber dónde está, qué ruta está cogiendo, controlar sus horarios y, además, si está fatigado o no tras echarse una carrera.

¿Qué dicen desde casa real?

Al tratarse de un asunto que atañe a la seguridad de uno de sus miembros, desde la casa real sueca han querido mostrarse cautos. La seguridad del príncipe Carlos Felipe está en entredicho y se ve comprometida por una simple aplicación para registrar la actividad mientras se sale a correr. Ante esta inesperada situación se mantienen firmes: “El departamento de la casa real está al tanto de la información y ha cooperado con las autoridades pertinentes. Al tratarse de una cuestión de seguridad, la casa real se niega a proporcionar más información”.