El príncipe Harry pierde ante el Supremo su guerra contra el ministerio del Interior británico

El Tribunal Supremo de Reino Unido acaba de fallar a favor del ministerio del Interior en su enfrentamiento judicial con el príncipe Harry. En verano de 2021, el duque de Sussex emprendió acciones legales contra este departamento del Ejecutivo tras la revocación por parte del mismo de sus servicios de escolta, que se produjo después de que él y Meghan Markle anunciaran formalmente que renunciaban a sus obligaciones con la Corona.

"El Reino Unido es mi hogar. El Reino Unido está en el corazón de la herencia de mis hijos y quiero que se sientan tan como en casa como lo hacen donde viven actualmente en los Estados Unidos. Esto no puede suceder si no es posible mantenerlos a salvo cuando estén en suelo británico", lamentó el príncipe Harry en un escrito que se leyó en sala durante la audiencia del pasado 7 de diciembre de 2023.

Sus peticiones no han sido escuchadas y el Supremo avala en una sentencia emitida este 28 de febrero la decisión del ministerio del Interior: "No fue irracional ni estuvo contaminada por injusticia procesal".

Una victoria que celebra la cartera de Interior británica a través de su portavoz, quien indica al periodista Cameron Walker: "Nos complace que el Supremo haya fallado a favor de la posición del Gobierno en este caso y estamos considerando cuidadosamente nuestros próximos pasos. Sería inapropiado hacer más comentarios. El sistema de seguridad del Gobierno del Reino Unido es riguroso y proporcionado. Es nuestra política desde hace mucho tiempo no proporcionar información detallada sobre esos acuerdos, ya que hacerlo podría comprometer su integridad y afectar la seguridad de las personas".

Está por ver cómo afectará esta sentencia a las futuras visitas del príncipe Harry al Reino Unido, muy reducidas en los últimos años. Con el pretexto de esta situación de vulnerabilidad, el duque de Sussex solo regresa a su tierra natal en ocasiones en las que su presencia es imprescindible, como el funeral de la Reina Isabel II o la coronación de su padre. Su último viaje se produjo tras el anuncio de que Carlos III padecía cáncer, y en aquel momento su coche sí fue escoltado por la policía desde el aeropuerto.

Además, la complicada situación familiar tampoco anima a los reencuentros. De hecho, el príncipe William declinó reunirse con su hermano en su último viaje al Reino Unido, como muestra de la distancia que se ha impuesto entre ellos a consecuencia de los ataques que el duque de Sussex vertió contra parte de los Windsor en sus memorias y producciones audiovisuales.