
Alertó a las autoridades
El príncipe Moulay de Marruecos causa furor en playas de Ceuta, pero esta vez sin tensiones diplomáticas
A diferencia de lo que le pasó al rey Mohamed VI, esta vez no hubo problemas con la Guardia Civil. Iba en yate rodeado de motos de agua por si acaso

El príncipe Moulay Hassan de Marruecos se ha ganado el respeto de todos y en sus particulares saludos oficiales se ve la devoción que despierta. Es el heredero al trono alauí, hijo del rey Mohamed VI y por tanto tiene un poder que hace callar a muchos. Incluso a grandes dirigentes internacionales que se postran a sus pies. También en territorio patrio, como se demostró el pasado martes por la tarde cuando tomó tierra con su embarcación de recreo en las playas de Ceuta, ante la sorpresa de los bañistas. No solo por su presencia, sino también por el amplio despliegue de seguridad marítimo que le acompañaba.
Todo sucedió en la playa del Chorillo, en Ceuta, en la tarde del pasado martes 19 de agosto. El joven príncipe se encontraba en su embarcación disfrutando de los placeres de alta mar cuando se acercó a la costa. Lo hacía rodeado por un nutrido grupo de motos de agua, que conducían miembros de su equipo de seguridad, ofreciendo un inesperado espectáculo a los demás turistas en la zona. Así se formó un anillo protector que rodeaba al heredero marroquí, mientras muchos móviles captaban la inusual escena y la subían a redes sociales.
La Guardia Civil conocía sus movimientos
En esta ocasión, y para evitar malentendidos del pasado, el príncipe Moulay sí que había alertado a todos de su intención de hacer parada en las playas de Ceuta. Así se lo hizo saber a su padre, pero también a la Guardia Civil, para así evitar posibles tensiones diplomáticas ante una incorrecta actuación o posible eventualidad, como así destacan desde ‘Informalia’.

Esta zona de Ceuta parece ser muy atractiva para la familia real marroquí. Aquí han hecho escala en numerosas ocasiones en sus rutas marítimas, dejando a muchos sorprendidos por la magnitud de sus embarcaciones de recreo. Así sucedió en 2014 a dos millas de Punta Almina, donde la Guardia Civil dio el alto al yate para identificar su dueño y procedencia, ocasionando tensiones diplomáticas. Aun así, el rey Mohamed VI regresó en más ocasiones a este rincón del Mediterráneo. Lo hace con idéntico despliegue de motos de agua de sus agentes de seguridad que ahora protegen a su hijo en playas ceutís.
El príncipe Moulay ha acaparado mucha atención no solo en su país, sino también más allá de sus fronteras. Primero cuando comenzó a acompañar a su padre en actos oficiales y su forma de rechazar que altos cargos institucionales y militares le besasen la mano se hizo viral. El joven está preparándose para cumplir su destino como próximo rey de Marruecos, estudiando ahora Ciencias Económicas y Sociales en la Facultas de Gobernanza de la Universidad Politécnica Mohamed VI. Pero más allá de su papel como heredero, como adolescente de 23 años muestra pasión por el fútbol, el baloncesto, la equitación y la aviación, quizá esta última pasión se explique por su exclusivo jet privado valorado en 60 millones de euros.
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