El príncipe William celebra hoy su 43 cumpleaños. Si retrocedemos tres años, observaremos que el hijo mayor de Carlos III ha tenido que madurar a golpe de sobresalto. Cuando celebró su 40º aniversario en 2022, en medio del entusiasmo que merecían el Jubileo de Platino de su abuela, la reina Isabel, y la amenaza de la COVID-19 que comenzaba a desvanecerse, nadie pudo intuir lo que estaba a punto de suceder.

Menos de tres meses después, Isabel II, la monarca con más años de servicio en la historia británica, falleció a los 96 años. La coronación del rey Carlos III significó para él un nuevo rol, el de príncipe de Gales, un título que su padre había ostentado durante más de 60 años, y heredero de la Corona británica. Tanto él como su esposa Kate Middleton asumieron sus responsabilidades y apoyaron a los reyes Carlos y Camila en los primeros días de reinado.

El siguiente episodio en su biografía llegó de la mano de su hermano, el príncipe Harry, y su polémico libro "Spare", donde dejaba al descubierto su mala relación fraternal, aunque optó por el silencio y antepuso su papel de futuro rey defendiendo las causas que realmente le importan.

El cáncer golpeó fuerte

Pero, sin duda, su gran desafío personal ha sido afrontar con entereza como hijo, esposo, padre y heredero los problemas de salud del rey Carlos y Kate Middleton, sometidos a duros tratamientos contra el cáncer. El príncipe William llega a su 43 cumpleaños con una imagen reforzada en cuanto a solidez y dignidad. Es el heredero comprometido con la Corona y con el cuidado familiar que el pueblo británico quiere ver, el hombre fuerte de la monarquía. Representa continuidad y al mismo tiempo un futuro renovado y la garantía de una institución moderna y empática.

Ha demostrado ser uno de los miembros más sensatos de la Familia Real y sus gestos están teniendo un impacto muy positivo. "Como heredero al trono, el príncipe William heredará un papel que podría ser llamado a desempeñar en cualquier momento", ha revelado el comentarista real Richard Fitzwilliams en unas declaraciones que recoge el diario The Daily Mail.

Equilibrar modernidad y tradición

"William también quiere cambiar las cosas y modernizar aspectos de la monarquía, manteniendo al mismo tiempo tradiciones relevantes y valiosas, como la Apertura del Parlamento y el Desfile del Estandarte", añade Fitzwilliams. "También heredó el Ducado de Cornualles y planea cambiar la vida de sus habitantes en la medida de lo posible, especialmente combatiendo la falta de vivienda y teniendo un impacto positivo en la vida de los agricultores. Su defensa de los problemas medioambientales es más cercana que la campaña de su padre, por admirable que haya sido".

El experto resalta las palabras del príncipe en una conferencia en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, el pasado noviembre, promocionando el Premio Earthshot: "Solo puedo describir lo que intento hacer: intentar hacerlo de forma diferente y hacerlo para mi generación. Y para que lo entiendan mejor, lo hago con una 'r' minúscula en la realeza, si quieren; quizás sea una mejor manera de expresarlo".

El legado de Lady Di

En su opinión, este estilo de liderazgo refleja la cercanía con su difunta madre, Diana de Gales, con quien mantenía una relación extraordinaria. "Se centra más en la filantropía de impacto, la colaboración, la unión y la ayuda a la gente. Y también voy a incorporar la empatía, porque me importa mucho lo que hago. Contribuye a impactar la vida de las personas. Y creo que nos vendría bien un liderazgo más empático en todo el mundo".