Los príncipes de Gales comparten imágenes inéditas del día de la coronación

Ayer, el príncipe Guillermo de Inglaterra ocupó un papel muy relevante durante la ceremonia de coronación del rey Carlos III. Sentado en primera fila de la Abadía de Westminster junto a su mujer y sus hijos Charlotte y Louis, el heredero del trono británico protagonizó uno de los momentos más emotivos al jurar fidelidad a su padre ante los más de 2.0000 invitados que se dieron cita en el evento. Para sellar esta promesa, el primogénito de Carlos III le dio un beso en la mejilla como símbolo de respeto.

Presenciando la escena, George, el hijo mayor de los príncipes de Gales, ejercía como paje del rey. Y tras la ceremonia, en la que Kate Middleton destacó por su guiño a Lady Di al llevar unos pendientes de aro con perlas y diamantes que pertenecieron a su difunta suegra, la familia al completo se trasladó hasta el Palacio de Buckingham. Desde este enclave acompañaron a los actuales reyes de Inglaterra, Carlos III y Camilla, en el tradicional saludo desde el balcón.

Tan solo un día después, Guillermo y Kate han querido compartir en su perfil oficial de Instagram un vídeo con imágenes inéditas del día de la coronación. En este se puede ver al matrimonio saliendo de casa junto a sus dos hijos pequeños para dirigirse a la histórica ceremonia, con los nervios a flor de piel, así como diversos momentos de la jornada, como su paseo en carroza. “Vaya día. Gracias a todos por hacerlo posible”, han escrito los príncipes de Gales junto a la publicación.

Además, el príncipe Guillermo también ha querido mostrar su participación en los preparativos del concierto de coronación que se celebrará esta tarde en el castillo de Windsor y que contará con la presencia de artistas como Lionel Richi y Katy Perry. Un fin de fiesta para un fin de semana trascendental para la Corona británica. A sus 74 años, Carlos III ha tomado el trono de Reino Unido muy cerca de su hijo Guillermo y muy lejos del príncipe Harry.

A diferencia de su hermano mayor, el marido de Meghan Markle optó por acudir a la Abadía de Westminster en solitario. Allí ocupó un banco de la tercera fila que le había sido asignado tras su decisión de no formar parte activa de la Casa Real inglesa y, después de la coronación, cogió un vuelo de vuelta a California para reunirse con su mujer y sus dos hijos. La fecha coincidía con el cuarto cumpleaños del pequeño Archie, por lo que el príncipe Harry solo hizo acto de presencia en la Abadía de Westminster y se ausentó del resto de celebraciones posteriores para regresar a casa.