
Altiva
Lo que nadie sabe de las trenzas africanas de Victoria Federica (y su "ordeno y mando")
Así es la nieta del Rey Juan Carlos I: lo suficientemente joven para arriesgar, y lo bastante lista como para controlar cada detalle

A simple vista, parecía una aparición más de Victoria Federica en el siempre fotogénico Festival Starlite de Marbella: música, sol, flashes y el infaltable grupo de celebrities pululando con estilismos cuidadosamente descuidados. Pero esta vez, la nieta del rey Juan Carlos , muy querido en esta cantera de Nagüeles, sorprendió con algo más que un outfit festivalero. Lucía unas trenzas africanas tipo cornrow que no pasaron desapercibidas, ni para la prensa… ni para ella misma.
Lo que pocos saben, y no se ha contado hasta ahora. Es que detrás de esas imágenes que circularon como la pólvora por redes y portales, hubo un “ordeno y mando” muy a lo royal. Victoria, al ver las primeras instantáneas tomadas durante el concierto de Guitarricadelafuente, no quedó nada satisfecha. Y no por las trenzas en sí, sino por cómo la habían retratado.
La imagen no favorecía nada su nuevo look: un ángulo desfavorecedor, iluminación poco cuidada y una expresión que no hacía justicia al conjunto. En cuestión de minutos, se pidió retirar la foto de circulación inmediata. Algunos medios obedecieron sin chistar; otros, más audaces, la mantuvieron unas horas antes de reemplazarla por otra más cuidada, esa que hoy circula por todas partes, con su melena perfectamente trenzada y un maquillaje suave que deja todo el protagonismo a su estilo.

Victoria, como ya ha demostrado en múltiples ocasiones, no es una influencer más. No se deja llevar. Su imagen no es espontaneidad: es estrategia. A sus 24 años, tiene un equipo discreto pero eficaz, y aunque no tiene cargo oficial, sabe perfectamente que su apellido pesa… y que ella puede marcar tendencia (o destruirla) con una sola aparición.
El gesto de pedir retirar una foto puede parecer exagerado, pero no es nuevo en el mundo de las élites. Lo que sí sorprende es su capacidad para ejercer ese control sin que apenas se note. Un movimiento de fichas elegante, eficaz y, sobre todo, muy consciente del poder de la imagen en pleno 2025.
Ahora bien, hablemos de las trenzas.
Las cornrows que eligió Victoria para esa noche no son un simple capricho veraniego. Se trata de un peinado ancestral con raíces profundas en la cultura africana, cargado de historia, significado y fuerza simbólica. Durante siglos, este tipo de trenzado fue utilizado para representar jerarquías, tribus o incluso como mapas secretos en tiempos de esclavitud. Hoy, han sido reivindicadas por comunidades afrodescendientes como símbolos de identidad, orgullo y resistencia.
¿Puede una royal española reinterpretar un símbolo de resistencia negra sin caer en apropiación?
Y sí, cuando una figura pública blanca se apropia de este estilo, la polémica es inevitable. Pero, en lugar de huir del debate, Victoria Federica lo asume desde el silencio, como quien lanza una pregunta sin esperar respuesta inmediata. ¿Puede una royal española reinterpretar un símbolo de resistencia negra sin caer en apropiación? ¿Es moda, provocación o pura estética?
Más allá del trasfondo cultural, lo cierto es que la joven Borbón vuelve a demostrar que está dispuesta a romper moldes. Ya no es solo “la sobrina del rey”, ni simplemente una influencer: Victoria es, sin duda, un ícono de estilo.
Lo ha demostrado al sentarse en front rows internacionales, al colaborar con marcas de lujo y al mezclar effortless boho con lo más urbano sin perder una pizca de autenticidad. Y ahora, también, al aparecer con trenzas africanas, con decisión, con poder... y con la determinación de borrar todo lo que no encaje en su narrativa.
Porque así es Victoria Federica: lo suficientemente joven para arriesgar, y lo bastante lista como para controlar cada detalle. Hasta el último mechón trenzado (africano).
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